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ANDREA LORENTE "LA EDUCACIÓN EMOCIONAL Y LA PEDAGOGÍA" EN HABLAMOS DE PEDAGOGÍA

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LA EDUCACIÓN EMOCIONAL Y LA PEDAGOGÍA (**)
Andrea Lorente Gueto (**)
Estudiante afiliada núm. 561
Santa Coloma de Gramenet, 3 de febrero de 2025

 

El artículo aborda la importancia de la educación emocional en la sociedad actual caracterizada por un cambio constante y el uso excesivo de las pantallas. Desde la Pedagogía tenemos herramientas para fomentar la gestión de esta a partir de diferentes metodologías, programas y mejoras.

¿Somos conscientes y responsables de nuestra educación emocional? ¿Saber herramientas para gestionar nuestras propias emociones nos ayudará en nuestro futuro?

En el siglo XXI, vivimos en una sociedad de constante cambio, dinámica, rápida, de la inmediatez y de estar frente a pantallas, hasta el punto de no darnos cuenta a quién tenemos al lado cuando estamos sentados en el metro, o llegamos al trabajo y vemos que una compañera está triste, pero no le preguntamos ni hacemos nada, ya que es más fácil mirar hacia otro lado o preguntarle más tarde por WhatsApp a través de una pantalla y así no utilizar la herramienta más emocional que tenemos, la palabra y la proximidad.

La educación emocional es un discurso que surge a finales del siglo XX, y con más fuerza a principios de este siglo. Sus antecedentes pueden rastrearse en la teoría de las inteligencias múltiples y la psicología positiva; y también en la teoría psicofisiológica de las emociones. Daniel Goleman (1995) escribió el libro “La inteligencia emocional”, explicando que el éxito en la vida no depende del CI de la persona, ni de su nivel de estudios, sino que hay una inteligencia que nos hace más sabios para saber vivir y afrontar los problemas y las preocupaciones del día a día.

La educación emocional cada vez está más presente en las aulas, en las acciones formativas, y se pone énfasis en la educación y la pedagogía. Este tipo de educación, más centrada en los sentimientos, las actitudes… puede influir en muchos aspectos de la vida de una persona, joven, adolescente, niño, niña, adulto, persona, etc.

Primeramente, es necesario hablar de emoción para introducir el tema de la parte emocional de la educación, y las palabras emoción o este concepto, proviene del latín "emovere", que significa “poner en movimiento”. Por lo tanto, la emoción lleva a la acción o reacción, ante una situación o evento. Las emociones, según de qué tipo sean, pueden ocasionar una respuesta u otra, como dice el autor Bisquerra (2000:61) que define la emoción como “un estado complejo del organismo caracterizado por una excitación o perturbación que predispone a una respuesta organizada. Las emociones se generan habitualmente como respuesta a un evento externo o interno”.

La conciencia emocional y la regulación de las emociones son aspectos clave en la educación emocional, donde se implica reconocer y gestionar las emociones propias como las de los demás. Aquí entra la figura del profesional de la pedagogía, a partir de diferentes metodologías, basándose en la personalización y teniendo en cuenta las necesidades sociales, económicas, educativas, entre otras que pueden existir.

 

La figura del pedagogo y pedagoga, como la del psicopedagogo y psicopedagoga, tiene un papel muy importante, es crucial en la educación emocional, ya que la figura de estos profesionales está dentro de este ámbito. Debido a que son expertos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, son responsables de implementar programas que fomenten el desarrollo cognitivo y el desarrollo emocional de los y las estudiantes. Son guías, donde pueden asesorar a los equipos docentes, profesionales de atención educativa y a los alumnos, sobre cómo integrar las emociones en el proceso educativo.

Hay muchos beneficios por introducir en la práctica pedagógica, la educación emocional, algunos beneficios son: la promoción de las relaciones interpersonales saludables, la mejora de la autoestima, capacidades para gestionar situaciones de conflicto de manera constructiva y positiva, mejora del rendimiento académico, mejora de la concentración, gestión de la ansiedad y el estrés, y prevención de situaciones emocionales adversas.

La educación emocional prepara a los estudiantes en todos los ámbitos, tanto el académico, como también mejora las relaciones entre la familia, amigos y amigas, y la relación con el mundo en el día a día de la persona. La vida cotidiana plantea muchos eventos diferentes, y una educación emocional permite identificar sentimientos que pueden alterar nuestra conducta y gestionarlos, contribuyendo al bienestar integral de la persona.

Algunas sugerencias para los profesionales de la educación que educan o aplican programas de educación emocional, tanto a niños/as, adolescentes, jóvenes, adultos…:

  • Expresar las emociones que se experimentan, sin recriminaciones y animar a hacerlo.

  • Legitimar las emociones, tener en cuenta el lenguaje emocional de la palabra y del cuerpo.
  • Promover estrategias que fomenten el bienestar.
  • Permitir que la persona se equivoque y no invalidarla.
  • Guiar el establecimiento de relaciones sociales sanas.
  • Facilitar la colaboración con otras personas y la participación en actividades.

Como pedagogos/pedagogas y psicopedagogos/psicopedagogas, profesionales del mundo de la educación y de la metodología, debemos practicar y llevarlo a la práctica con otras personas, a partir de metodologías vivenciales y participativas que prevengan una experiencia personal y enriquecedora, para así dar seguridad, confianza y autoestima a la persona.

Para poder llegar a una buena gestión de las emociones y de los sentimientos en nuestra vida cotidiana, donde estamos constantemente en un proceso de cambios, debemos ser capaces en primer lugar de poner nombre a cada emoción e identificarlas y en segundo lugar aplicar herramientas para gestionarlas o canalizarlas de la mejor manera posible, con un fin positivo, de tranquilidad y bienestar integral.



(*) Fonts consultades:
·        Buxarrais Estrada, M. R., & Martínez Martín, M. (2010). Educación en valores y educación emocional: propuestas para la acción pedagógica. Education in the Knowledge Society (EKS), 10(2), 320–335. https://www.redalyc.org/pdf/2010/201017352016.pdf
·        Bisquerra, R. A., Pérez, N, E. (2014). Importància i necessitat de l’educació emocional a la infància i l’adolescència. https://www.ub.edu/grop/wp-content/uploads/2014/03/rafel-i-nuria.pdf
·        Bisquerra, R. (2011). Educación emocional. Propuesta para educadores y familias. DESSCLÉE. https://acrobat.adobe.com/id/urn:aaid:sc:eu:edd77868-f80e-422d-a7b8-52845ded8060
·        Bisquerra, R. Educación emocional y competencias básicas para la vida. Revista de Investigación Educativa, 2003, Vol. 21, n.º 1, págs. 7-43
·        Cañadell, R. (2023). Què hi ha darrere l’educació emocional. El diari de l’educació.  https://diarieducacio.cat/blog/2023/01/03/que-hi-ha-darrere-leducacio-emocional/ 
(**) Andrea Lorente Gueto, estudiant de Pedagogia a la Universitat de Barcelona. Estudiant en pràctiques acadèmiques a COPEC. Tutor Eloi Català

Fecha de publicación: 3/2/2025