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"PARA ATENDER ADECUADAMENTE AL ALUMNADO CON ALTAS CAPACIDADES..." - SOCIAL.CAT, M.VICTÒRIA GÓMEZ
SOCIAL.CAT- 17/10/2024
“Per atendre bé l’alumnat amb altes capacitats, primer, els professionals han d’estar ben formats”
M. Victòria Gómez, presidenta del Col·legi Oficial de Pedagogia de Catalunya
Las altas capacidades (AC) son un área poco investigada en educación en Catalunya, donde se ha diagnosticado menos del 1% del alumnado, lo que representa a muchos estudiantes poco atendidos y un considerable talento ignorado que no regresará a la sociedad. Con el objetivo de revertir esta situación, el Col·legi Oficial de Pedagogia de Catalunya (COPEC) impulsa un sistema de acreditaciones para formar y avalar el trabajo de los profesionales de la pedagogía en este y otros campos específicos. Hablamos con la Dra. M. Victòria Gómez Serés, actual presidenta del COPEC.
La doctora Gómez es licenciada en Ciencias de la Educación, maestra y doctora en Pedagogía. Se dedica a la docencia y a la investigación educativa y es experta en competencias y metodologías docentes. Imparte cursos, talleres y seminarios para docentes en formación sobre las competencias y, especialmente, la competencia reflexiva. Con ella reflexionamos sobre las altas capacidades, con motivo de la acreditación ‘Capacitación en Evaluación de Altas Capacidades e Intervención Educativa’ que ahora impulsan. Esta es la primera de una serie de acreditaciones de especialización que el COPEC pondrá al alcance de los profesionales de la pedagogía.
¿Cuál es el objetivo de crear estas acreditaciones y por qué cree que son necesarias?
Porque pensamos que el alumnado con altas capacidades requiere atención específica por parte de los profesionales. Para atender bien a este alumnado, primero, maestros y profesorado deben estar bien formados. Consideramos que estas acreditaciones pueden aportar el conocimiento teórico-práctico específico y de profundización que los titulados en pedagogía y psicopedagogía no han desarrollado suficiente en los programas universitarios. Dentro del grado de Pedagogía, las altas capacidades se estudian poco.
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Hay un desajuste entre la formación universitaria y las necesidades educativas del alumnado.
Por eso impulsamos estas acreditaciones, para proporcionar formación a los titulados en pedagogía y psicopedagogía en especialidades concretas y también para que dispongan de una formación avalada por el COPEC que acredite sus competencias a través de esta formación.
¿Y en qué consiste esta formación?
Se trata de una formación teórico-práctica de 40 horas distribuidas en sesiones semanales de dos horas y media cada una. El próximo 23 de octubre se hará una presentación telemática del sistema de acreditaciones para los profesionales interesados y, la salida de la primera formación. La formación en altas capacidades comenzará el 6 de noviembre y las inscripciones ya están abiertas. Sobre todo, es una formación muy enfocada a la práctica; la idea es que los participantes terminen el curso sabiendo diagnosticar y detectar al alumnado con AC, sabiendo elaborar medidas educativas y redactando informes claros y comprensibles. Y lo más importante, acompañando al profesorado que debe plantear retos a este alumnado y también al lado de las familias.
Actualmente, ¿se detectan más casos de alumnos con altas capacidades? ¿Se está poniendo el enfoque en este tipo de alumnado?
Sí, hay más diagnósticos de altas capacidades, porque docentes y familias están sensibilizados con esta realidad y se debe dar respuesta educativa a las necesidades de los niños/as y adolescentes. Pero, una vez tenemos este diagnóstico, ¿qué pasa con este alumnado?
¿No se hace seguimiento?
Se debería hacer, porque la atención a estos niños/as es un derecho que tienen, reconocido en el decreto 150/2017 de la escuela inclusiva. A partir de este decreto, los niños/as empezaron a estar más contemplados. Sin embargo, hoy en día las aulas están desbordadas y cada vez hay más alumnos con dificultades de aprendizaje. Llegado a este punto, la tendencia natural de los profesionales del sistema educativo es atender a los alumnos más vulnerables. No es justo, pero es humano. Por lo tanto, lo que sucede con el alumnado con altas capacidades es que, a pesar de tener reconocido este derecho, no siempre se aplica. Es importante para nuestro país detectar las altas capacidades: si hay alumnos con talento, no se puede permitir que se pierdan. Y debemos intentar que los niños/as y adolescentes no estén frustrados en el aula, porque se aburren o llaman la atención, porque siguen siendo niños y niñas.
¿Cómo se puede ofrecer una buena atención y hacer un buen seguimiento de este alumnado?
Primero, reforzando y ampliando la formación de los profesionales, tanto dentro como fuera del sistema educativo. Si tenemos profesionales bien formados, serán capaces de detectar las necesidades de estos niños. Los pedagogos y las pedagogas, así como los psicopedagogos y las psicopedagogas, se están encontrando últimamente con un aumento de casos de alumnos con altas capacidades que se denominan de “doble excepcionalidad”. Es decir, alumnos diagnosticados con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o dislexia, que pueden tener altas capacidades, pero que quedan enmascarados. El Grupo de Investigación de Altas Capacidades y Atención a la Diversidad del COPEC elaboró un estudio que se publicará en diciembre sobre esta temática: Altas capacidades y trastornos: la doble excepcionalidad. Lo que vemos es que hay muchos mitos en torno a las altas capacidades.
Por ejemplo, muchas veces escuchamos comentarios como este o similares: “¿Cómo puede ser de altas capacidades este alumno si apenas llega al seis?”. Pues no tiene nada que ver. Porque tal vez no se está trabajando uno de los ámbitos de interés del alumno, o tal vez tiene otra excepcionalidad que no estamos detectando y que, si nosotros como profesionales somos capaces de asentar esta base, el niño/a podrá desarrollar todo su potencial.
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¿Creen que esta acreditación en AC que ahora impulsan es oportuna?
Totalmente. Como colegio profesional, tenemos la función de ordenar la profesión y garantizar las competencias profesionales de los titulados en pedagogía y psicopedagogía. Es en este marco que impulsamos la acreditación en el ámbito de las altas capacidades, y en consecuencia ponemos a disposición la formación “Capacitación en evaluación de altas capacidades e intervención educativa” para facilitar la acreditación en altas capacidades. Habrá pedagogos y psicopedagogos que ya tienen formación de máster o posgrado en el ámbito de las altas capacidades que podrán acreditarse a través de esta formación académica, o bien otros que tienen experiencia profesional contrastada y que podrán solicitar la acreditación a través de la experiencia. En el COPEC queremos regular las altas capacidades con la idea de que tanto el alumnado como los maestros, el profesorado y las familias estén bien atendidos. Hay familias que quieren saber si su hijo o hija tiene altas capacidades. Por lo tanto, debemos hacer un buen diagnóstico y desplegar todos los recursos que tenemos a nuestro alcance.
¿El diagnóstico de altas capacidades está subvencionado?
Es un servicio del Sistema Educativo Público, atender las necesidades educativas específicas del alumnado, como lo son las necesidades manifestadas por el alumnado con altas capacidades. La detección y evaluación o diagnóstico en Altas Capacidades, a secundaria, se canaliza a través del orientador educativo del centro que puede hacer esta evaluación o bien derivar al Equipo de Asesoramiento y Orientación Psicopedagógica (EAP) de la zona. En primaria, se valora a través de la Comisión de Atención a la Escuela Inclusiva y se remite al EAP.
¿Cuánto tiempo puede tardar el diagnóstico?
En los centros educativos hay mucha demanda para atender las necesidades específicas de apoyo educativo (NESE) que incluyen las altas capacidades. Y como sabemos, el sistema educativo, al igual que otros servicios universales, tiene carencias de recursos y la respuesta es más lenta de lo que sería deseable. Es por eso que hay familias que optan por acudir a gabinetes psicopedagógicos privados, donde hay profesionales de la pedagogía que colaboran con la escuela. Sin embargo, hay una responsabilidad compartida entre los equipos docentes, tutores y profesionales externos para dar respuesta a esta necesidad educativa que tienen los niños/as y adolescentes con altas capacidades, para que se puedan aplicar las medidas educativas adecuadas.
¿No hay pedagogos en los centros educativos públicos?
En un centro público, la figura del pedagogo solo la podemos encontrar en secundaria, en los Departamentos de Orientación de los institutos y en los EAP, principalmente. Nuestra lucha es que los pedagogos y las pedagogas estén en todas las etapas educativas. A partir de los tres años es cuando comienzan a verse las primeras dificultades de aprendizaje y socialización. Es cierto que los EAP ya hacen observación en I3. Pero un EAP igual lleva cuatro o cinco escuelas. Es una figura externa. En cambio, si dentro de una escuela de infantil y primaria hubiera la figura del pedagogo o psicopedagogo podría, no solo observar, sino también hacer seguimiento de los alumnos con necesidades específicas. No hará la observación y seguimiento de un día, ni de la clase en global, sino que irá a observar al niño o niña, hablará con la familia, con la maestra, estará en la Comisión de Atención a la Escuela Inclusiva, etc. La idea es empezar a detectar necesidades y dificultades cuando son pequeños.
¿Qué recursos prácticos se pueden adquirir con la nueva acreditación?
Sobre todo, nuestro objetivo es que sean profesionales capaces de evaluar y diagnosticar bien. Con la acreditación en altas capacidades, debemos garantizar que los pedagogos y psicopedagogos están capacitados para aplicar las herramientas y estrategias para poder identificar y diagnosticar las altas capacidades de un alumno y, a partir de ahí, proponer medidas educativas adecuadas para cada niño/a o adolescente, elaborando un informe objetivo, riguroso, aclarador y comprensible. Los participantes, de hecho, deberán realizar un trabajo final con la resolución de un caso. Por este motivo, el curso no es solo teórico, sino también práctico.
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¿Cuáles son los requisitos necesarios para acceder a la formación?
El curso está dirigido a personas que tengan el grado o licenciatura en Pedagogía o la licenciatura en Psicopedagogía, dado que la formación dará acceso a solicitar la Acreditación en Altas Capacidades que otorga el COPEC. En este sentido, los requisitos para solicitarla son: ser titulado en Pedagogía o Psicopedagogía, estar colegiado, acreditar formación en altas capacidades: máster o posgrado en altas capacidades, mínimo 30 créditos o haber realizado el curso de altas capacidades del COPEC de 40 horas, o acreditar experiencia profesional mínima de 3 años en este ámbito. Las solicitudes serán valoradas por una comisión de expertos en altas capacidades del COPEC.
Además de la acreditación “Capacitación en Evaluación de Altas Capacidades e Intervención Educativa”, ¿el COPEC impulsa otras acreditaciones?
Sí. La implementación del sistema de acreditaciones del COPEC se pone en marcha con tres acreditaciones: Altas Capacidades, Diagnóstico Pedagógico y Mediación Escolar. La siguiente que iniciaremos será la de Diagnóstico Pedagógico, dirigida a profesionales de la pedagogía, tanto si trabajan por cuenta propia como ajena, para garantizar la competencia diagnóstica y de intervención pedagógica y psicopedagógica en la atención a las necesidades educativas de los niños/as y adolescentes. La tercera acreditación, de las que promovemos ahora con el lanzamiento de las acreditaciones, es la Mediación Escolar, una de las necesidades que hay en el día a día de la escuela y que debe ser abordada por profesionales competentes y conocedores de las metodologías tanto de resolución de conflictos como de prácticas restaurativas en el proceso de mediación escolar.
Fecha de publicación: 18/10/2024
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