Homenaje a Frederic J. Company i Franquesa
En un emotivo acto de homenaje a Frederic J. Company i Franquesa, el 27 de noviembre en la V Jornada del COPEC, se entregó el V Premi de Ensayo Pedagógico, premio que toma su nombre y que, edición tras edición, aporta pensamiento y creatividad al corpus de conocimiento de la pedagogía.
La trayectoria pedagógica de Frederic Company, fue presentada por Josep M. Elias, presidente del Col·legi de Pedagogs de Catalunya, y lo hizo en clave europeísta -la lectura de la biografía profesional en francés emfatizó la vertiente europea de Frederic Company- destacando su itinerario pedagógico a través de la docencia, la investigación y la orientación, vinculado a diferentes universidades catalanas, españolas y europeas, en especial su trabajo en la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna, de la Universidad Ramon Llull.
El presidente del COPEC, destacó su bagaje en Europa, como Consejero de la DG. de Educación y Cultura de la Comisión Europea y de la CEDEFOP, así como impulsor de la Federación de Profesionales de la Pedagogía, de la que fue el primer presidente.
Josep M. Elias hizo mención a los estrechos vínculos que le unían al Col·legi de Pedagogs, acabando su presentación con estas palabras:
"(...) Company” -que significa compañero- “de apellido, compañero de ejercicio vital. Frederic siempre permanecerá entre nosotros. Ahora podéis entender porqué, a partir de hoy, Frederic estará siempre entre nosotros, dando el nombre del 5º, 6º, 7º, 8º y en adelante, todos los premios de ensayo pedagógico que el Col·legi de Pedagogs de Catalunya otorgará... Doy la palabra a
M. Assumpció Pou i Coll, Sussi para los amigos, habló desde el corazón, presentando la visión más íntima de Frederic, destacando su fe por el saber, por el descubrimiento y sobretodo, por las personas, en un discurso sincero y sensible de quién ha estado a su lado durante mucho tiempo. Elocución que se trascribe literalmente para no malograr la esencia de un contenido lleno de riqueza y de experiencias vitales alrededor de la persona de Frederic Company.
"Antes de nada, quiero dar las gracias al Sr. Josep M. Elias por las palabras que ha dedicado a glosar y dar fe de la trayectoria académica, profesional y pedagógica de Frederic. Mientras él iba desgranando los hechos y momentos más significativos y las actividades más remarcables, muchos recuerdos me han rebrotado y me han hecho reavivar el rosario cronológico de lugares e ilusiones, de oportunidades y de retos que tuve la suerte de compartir a su lado.
Aprovechando la ocasión en este acto tan entrañable para mí, querría añadir cuatro pinceladas de carácter más personal con la esperanza de que todos ustedes puedan aproximarse, de una manera, tal vez más íntima, a la persona de Frederic.
De manera casi telegráfica, debo decir que Frederic era una persona que podría describir como alguien que pudo desarrollar su trayectoria académica, profesional y pedagógica, gracias a que poseía unas actitudes y valores que le ayudaron a hacer camino y a superarse constantemente.
Antes de nada, diría que era un hombre muy activo. La cabeza le hervía de ideas. Raramente se resignó - incluso cuando los destinos eran de cáriz más burocrático- a hacer sencillamente aquello marcado. Le gustaba inventar, descubrir, explorar. Le gustaba aportar. Presentaba nuevos proyectos, gestaba nuevas iniciativas, se hacía presente en los fórums que intuía prometedores.
Cabe decir que, en consecuencia, era muy trabajador. Creía que en este mundo difícilmente nada viene regalado. Creía firmemente en la mística del esfuerzo. Muchos días, de mañana muy temprano, ya estaba en su mesa de trabajo. Y puedo dar fe que su jornada era, a menudo, larga de verdad.
He de remarcar, también, que era una persona adaptable a los cambios que la vida le ofreció y que, además, aprendia rápido de las lecciones que la experiencia le daba. Lejos de refugiarse en la queja y la añoranza, solia levantarse y acotaba con confianza hacía el futuro.
De igual manera se supo adaptar a los nuevos cambios tecnológicos. Nunca tuvo pereza en implicarse en la utilización de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, que incorporó plenamente a su quehacer cotidiano. Era un mundo que le entusiasmaba y que entendía como pieza fundamental del desarrollo personal y profesional.
La pasión de la lectura y el placer de la escritura. Los libros fueron unos grandes compañeros a lo largo de su vida. A Frederic le molestaban las opiniones sin fundamento y la indocumentación, recelaba de aquellos que opinaban sin base. Consecuentemente, había hecho una opción clara por tratar de obtener opiniones y puntos de vista lo más sólidos posibles. Y, por otra parte, disfrutaba enormemente escribiendo, plasmando sobre papel lo que en el momento le ocupaba o le preocupaba.
Tenía, asimismo, capacidad metodológica. Trabajaba con orden y espíritu científico, cosa que no le impedía tener un excelente sentido del detalle para las pequeñas cosas de cada día. Y éste es uno de los puntos que más trataba de estimular en sus alumnos desde cualquiera de las plataformas en las cuales desarrolló tareas docentes.
Tenía la suficiente personalidad como para tirar del carro y liderar, para decidir, para aportar ideas que pudiesen animar a los demás. Se sentía suficiente seguro de sí mismo y de la bondad de sus ideas como para proponerlas e invitar a los demás a compartirlas, cosa que le aportaba estabilidad y seguridad en la vida.
Complementariamente, debería decir que Frederic mostraba entusiasmo y constancia por lo que refiere a los proyectos puestos en marcha y a las propuestas logradas. Difícilmente dejaba indiferente a nadie, porqué la sensación que emanaba es de que se creía lo que decía. Una cierta terquedad le era propia y le propiciaba tener un sentido positivo de los acontecimientos.
Diría también, para acabar de mencionar los rasgos más representativos de su personalidad, que Frederic tenía una gran facilidad para la comunicación verbal y para las relaciones sociales. Rápidamente establecía contactos y se cuidaba de qué fructificaran. Su agenda llegó a tener unas dimensiones considerables. Conversar era para él una espléndida oportunidad para enriquecerse y para obtener amplificaciones sobre el tema. Y disfrutaba cultivando las amistades. Era un muy buen y fiel amigo de sus amigos.
Estos rasgos de su personalidad son los que le permitieron ir creciendo, los que le permitieron tratar de pasar entre nosotros de una forma nada indiferente. Y, sobre todo, le permitieron luchar por vivir sus últimos días lo más feliz posible. Frederic creía una cosa que muchos también creemos o vamos creyendo a medida que maduramos: que la felicidad se encuentra en el interior de cada uno y que no depende tanto de lo que tenemos, si no de lo que somos.
Hoy les puedo verdaderamente decir que la muerte no es capaz de robarnos propiamente las personas a las que queremos, si no el contrario, más bien nos permite guardarlas y hacerlas vivas en el recuerdo.
El hecho de que, a partir de este año, el Premio de Ensayo Pedagógico lleve el nombre de Frederic Company contribuirá seguramente a hacer viva su memoria, a darle más vida. Y más todavía si este memorial se enmarca en un campo tan querido por él com es el de la Pedagogía. Seguro que muchos de ustedes saben como Frederic quería a este Colegio y como luchó para su consolidación y expansión con una verdadera dimensión europea. Les puedo asegurar que él disfrutaría enormemente viendo como una iniciativa del COPEC que lleva su nombre puede contribuir a estimular aportaciones en el campo de la pedagogía. Y es esto (las aportaciones, el trabajo) lo que en este momento resulta más importante.
Por tanto, a todos los que han participado este año y a todos los que se animen a hacerlo en ediciones sucesivas les puedo asegurar que Frederic los ve como colegas apreciados que ponen la acción y el trabajo, que aportan el entusiasmo y la constancia, que disfrutan comunicándose y compartiendo, que son amigos del rigor y del espíritu científico, que creen que tienen un papel en el mundo que les ha tocado vivir.
A todos, pues, y muy sinceramente, muchas gracias.
M. Assumpció Pou i Coll"
Fecha de publicación: 13/12/2009