INICIO > Generación conocimiento > Hablemos de Pedagogía
¿QUÉ PROFESIONAL DA APOYO A LAS FAMILIAS QUE ACOGEN A MENORES?
¿QUÉ PROFESIONAL DA APOYO A LAS FAMILIAS QUE ACOGEN A MENORES?
Montserrat Juanpere Ferré, colegiada núm. 131[i]
Pilar Morral Garcia, colegiada núm. 357[ii]
Barcelona, 15 de septiembre de 2014
El apoyo profesional en la acogida familiar: la imprescindible aportación pedagógica en el programa "Mi familia me acoge".
El
pedagogo en el contexto del sistema de protección: ¿En situación crítica o en crisis?
La intervención del pedagogo ya tiene un reconocimiento en los Equipos de Atención a la Infancia y la Adolescencia (EAIA). En cambio, en los equipos de apoyo a los niños acogidos en familia extensa (ICIF, Institución colaboradora de integración familiar), el pedagogo/a no está como profesional de referencia básica y fundamental. Las funciones de estos equipos son las que ya desarrollan actualmente los EAIA, y todas ellas son mayoritariamente del ámbito pedagógico.
Una
sorpresa y una decepción: análisis de las funciones de las ICIF en el programa “Mi familia me acoge”.
- La oportunidad de este programa como acierto:
Las
familias extensas, abuelos, tíos, hermanos... que tienen condiciones para acoger, son un entorno muy adecuado para cuidar al niño o adolescente. Éstos le proporcionan tanta o más protección y seguridad que otras formas de acogida ya que lo mantienen en el seno de los propios vínculos familiares de la familia de origen. En
contraposición a una familia ajena, la acogida en familia extensa proporciona
referentes ya conocidos. A menudo pues, la
percepción y vivencia de la separación, tanto para los padres como para los hijos no supone un mayor impacto. De lo contrario, la convivencia con otros modelos educativos y afectivos sin que se desvinculen de su familia biológica, la formación y desarrollo integral del niño, son nuevos planteamientos y retos de la acogida. El apoyo de los profesionales
interdisciplinarios en el seguimiento y guía de la acogida, dará más garantías
de un mejor funcionamiento. Es por eso, que hay que destinar recursos y profesionales que conozcan las dificultades y puedan apoyar la función educativa para fortalecer a las familias que acogen y hacer el seguimiento.
- Un desencanto: ¿Dónde está el pedagogo?
Primero, la DGAIA[iii] había desarrollado directamente el seguimiento de las acogidas, por medio de profesionales técnicos de los ámbitos social, pedagógico y psicológico, interviniendo individualmente sin perspectiva interdisciplinaria. Desde el año 2000 hasta la actualidad, son los EAIA quienes realizan el seguimiento de las acogidas en familia extensa, logrando y ganando calidad técnica en la valoración e intervención integrada de las tres profesiones. Actualmente con el despliegue de los equipos ICIF, se simplifica y empobrece la intervención multiprofesional, al no incluir la función del pedagogo/a, reduciendo la aportación básica únicamente a un equipo de dos profesionales.
Si analizamos las funciones profesionales del ámbito, ¿Cabemos todos?
Como Violeta Núñez[iv] destacó “...se da una progresiva psicologización a la que durante los últimos años, han sido sometidas las acciones pedagógicas”. Quizás lo que ha impulsado esta inmersión psicológica es fruto de la etapa de continua búsqueda para definir, identificar y defender aspectos de conocimiento propios de la pedagogía que intervienen en diferentes procesos educativos de interacción personal y social. O bien la ausencia o invisibilidad de profesionales pedagogos/as en determinados servicios. O la mayor presencia corporativa de otras profesiones.
La cuestión es que en este proyecto, habría que asegurar la aportación pedagógica como eje fundamental en el ámbito de apoyo a los niños y a las familias. Y garantizar así la guía y seguimiento del estilo educativo y sus consecuencias en el desarrollo integral del menor, a nivel personal, formativo, socializador...
Los derechos individuales de los niños, adolescentes y sus familias con la necesidad de ser tratados como sujetos de derecho, a veces les pasan por encima otras prioridades de política social. La nueva Ley de Oportunidades para la Infancia y la Adolescencia, LDOIA[v], potencia la medida protectora de Acogida en Familia Extensa. Pero puede ser no tanto por los beneficios de cubrir las necesidades educativas, psicoafectivas y reparadoras hacia el menor, sino más justificadas para evitar la institucionalización[vi].
No dudamos que la medida de acogida en Familia Extensa, en caso de validarse, es la medida que proporciona un modelo de relación familiar más natural para cubrir las necesidades amplias de los niños. Es por eso que hay que continuar el camino de los equipos multi e interdisciplinarios con las disciplinas del Trabajador/a Social, Pedagogo/a y Psicólogo/a, tal y como ya vienen desarrollando los EAIA.
Las políticas sociales y las consecuencias de sus líneas de prioridad en el contexto actual.
Entendemos la educación en un sentido amplio. La sociedad del conocimiento o sociedad educadora
conforman un contexto resultante donde todos los ámbitos y entornos de la vida educan. No
solo en la dimensión formal de la escuela, sino en las diversas situaciones
sociales como la familia, los medios de comunicación, el tiempo libre, el trabajo... .
En
el momento en el que surgen nuevos modelos de familia, la sociedad se mueve en
consonancia y se generan modificaciones y cambios de valores. En este contexto la
pedagogía se encuentra en un proceso continuo de integración respetuoso con la propia
singularidad social e histórica de cada momento. Al mismo tiempo, también permite dar
respuesta educativa a las cambiantes situaciones sociales.
El impacto de la crisis estos años conforma un contexto más frágil sometido a la intemperie
económica, que también afecta directamente a la educación. Si entendemos la educación como una inversión, no como un gasto, y valoramos el trabajo de calidad, entonces paradójicamente y a cubierto de la crisis, la pedagogía y la educación en si están viendo menguar sus recursos. Esto se da con el apoyo de ciertos criterios económicos, sin precedentes en el ámbito escolar, que ahora también percibimos en el ámbito de la
pedagogía social y en la acción por el bienestar social y familiar.
En épocas
de austeridad, hace falta el aumento de recursos pedagógicos para hacer frente a las
desigualdades, el aislamiento social, el fracaso escolar y apoyar a las familias
biológicas y extensas para fortalecerlas en su rol educativo y socializador.
A modo de reflexiones:
Si
la experiencia de aportación interdisciplinaria en los EAIA ha sido de éxito y eficaz,
valoramos imprescindible que equipos nuevos como las ICIF, homólogos a los EAIA en
estas funciones, contemplen la figura del pedagogo/a, para lograr el abordaje completo y complejo de la acogida, a pesar de la coyuntura y las políticas sociales
actuales.
Valoramos que por mucho que existan “terrenos comunes” entre las tres disciplinas de intervención social, no hay ninguna que pueda sustituir a ninguna otra. En cambio, sí que se nutren entre las tres. Por tanto, que intervengan las tres disciplinas es garantía de una buena eficacia y eficiencia de la intervención multidisciplinaria.
En cualquier caso la ausencia del pedagogo/a en este proyecto denota una carencia de inversión en la educación, formación, socialización del niño acogido, el apoyo a la paternidad y la orientación familiar. La defensa de los Derechos del niño, a través de los equipos EAIA tienen el camino hecho al estar creada, fijada, visualizada y difundida la profesión del pedagogo/a social. Pero hay que asegurar esta misma representatividad a la Cartera de Servicios de contenido pedagógico en los nuevos equipos, independientemente del contexto económico y político de cada momento.
También manifestamos la incógnita respecto a qué profesional aborda los contenidos que se describen dentro del documento “mi familia me acoge”, de un fuerte carácter pedagógico[vii].
Estas inquietudes, las exponemos con el ánimo de debatir en el contexto y foro oportuno, como el de la misma DGAIA. Así revisar la ausencia del pedagogo en estos equipos homólogos al EAIA, y trabajar para incorporarlo en la configuración técnica de estos equipos.
[i] Pedagoga y trabaja en un equipo de atención a la infancia, EAIA
[ii] Pedagoga y trabaja en un equipo de atención a la infancia, EAIA
[iii] DGAIA, Dirección general de atención a la infancia.
[iv] a “Pedagogia social: Cartas para navegar en el nuevo milenio” Santillana, Buenos Aires, 1999
[v] La Ley 14/2010, de 27 de mayo, de los derechos y las oportunidades en la infancia y la adolescencia (de ahora en adelante LDOIA), se promueve la familia como espacio donde se tienen que satisfacer las necesidades de los niños y adolescentes, y fomenta el apoyo y la asistencia a las familias y su protección como forma de garantizar el bienestar de los niños y adolescentes y también las medidas de protección que suponen la integración familiar como forma de protección cuando, a pesar de todo, es necesaria la separación del niño o adolescente de su núcleo familiar (artículo 120.2)
[vi] Según se remarca en el documento que analizamos Mi familia me acoge.
Fecha de publicación: 15/9/2014