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Servicio comunitario en Secundaria
A principios del mes de
julio la Consejera de Ensenyament, Sra. Rigau, anunció la incorporación de una nueva asignatura en el currículum de los alumnos de 3o y 4o ESO nombrada Servicio Comunitario. Tal y como el Departament ha definido se trata de combinar
conocimiento y esfuerzo orientado al compromiso cívico. En cierta manera de volver a definir los tres ejes que vertebran la educación de nuestros jóvenes, para que ésta sea integral: crecimiento humano, intelectual y moral para conseguir
profesionales altamente cualificados pero también con un fuerte compromiso social.
Desde el Col·legi de Pedagogs de Catalunya fomentamos esta iniciativa desarrollada ya en algunos centros mediante el Aprendizaje Servicio (ApS). El aprendizaje servicio es una metodología pedagógica de alto poder formativo que armoniza en una sola actividad el aprendizaje de contenidos, competencias y valores mediante la realización de tareas al servicio de la comunidad. A grosso modo las principales particularidades pedagógicas que caracterizan el aprendizaje servicio son:
- Aprender a partir de la propia experiencia. Los jóvenes aprenden a observar de manera crítica su entorno, a detectar e identificar problemas, a desarrollar la sensibilidad al sentirse interpelados por las necesidades ajenas.
- Aprendizaje activo y creativo. Los alumnos tienen que contribuir a mejorar la realidad por medio del diseño de un proyecto adecuado al contexto concreto, con propuestas de intervención operativas y con su posterior experimentación.
- Actividad con proyección social. Dewey entiende que “la única manera de prepararse para la vida social es comprometerse con la vida social”.
- Participación cívica, pues es una contribución significativa para avanzar en la línea de fomentar la formación de ciudadanos/as responsables, activos y emprendedores.
- Sinergia motivadora. La relación bidireccional que se establece entre el aprendizaje y el servicio genera en el estudiante una sinergia que le facilita la motivación hacia el aprendizaje y le activa su capacidad creativa y emprendedora.
- Pedagogía de la reflexión. Es un ejercicio insustituible del proceso formativo por diferentes razones:
Constituye un antídoto contra el activismo.
Enriquece los dos elementos básicos que son los aprendizaje curriculares y el servicio.
La reflexión tiene que guiar el proceso para reorientar el servicio y los aprendizajes.
Ayuda a ordenar las emociones, sentimientos y motivaciones que el servicio ha generado.
- Aprendizaje significativo. El aspecto vivencial del aprendizaje servicio incrementa en el alumnado el significado psicológico de lo que ha aprendido.
Ara bien, tenemos que esperar la implementación de la materia y las dificultades que puede encontrar, las cuales pueden ir en dos vertientes: la aceptación (de buen gusto) e impartición por parte del profesorado, por un lado, y la organización curricular por el otro.
Sobre la primera de estas cuestiones se tiene que decir, que desde hace cursos la incorporación al currículum de materias de ámbito social, se van sucediendo con disputas entre partidos (sólo hay que recordar “Educación para la Ciudadanía”). En este caso podemos plantear la idoneidad del perfil de profesor que la impartirá. En segundo lugar, la organización curricular tiene que buscar la manera de incorporarla en el conjunto. Aun así también en un principio disfruta de pocas horas.
Desde la mirada pedagógica encontramos muy acertada esta medida que puede ser un revulsivo en la formación y desarrollo de los jóvenes que tendrán que combinar conocimientos y capacidades, tiempo y esfuerzo al servicio de los otros. Una medida de otro lado que liga perfectamente con el carácter asociacionista y de voluntariado tan propio de nuestro país. Así pues, como dice la Consejera es “un proyecto dónde todos ganamos”.
Fecha de publicación: 28/7/2014