GENERALIZACIÓN TICS... ¿NECESARIA?

LA GENERALIZACIÓN DEL USO DEL ORDENADOR Y EL LIBRO DIGITAL... ¿NECESARIA O NO?

ÀNGEL Mª CASAJÚS LACOSTA
Colegiado núm. 77

Barcelona, diciembre 2012

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¿Es la utilización masiva del ordenador en la clase un medio de mejora del rendimiento del alumno? Sabemos que es una herramienta muy potente, pero quizá se debería contemplar como un recurso más y no pensar que es la panacea de la enseñanza.

Los enseñantes que ya pasamos la cincuentena, tenemos la "suerte" de haber nacido (y vivido) en un mundo en que la enseñanza ha evolucionado con nosotros por lo que respecta no sólo a diferentes paradigmas (sobretodo el paso del conductismo al constructivismo) sino que hemos visto pasar y evolucionar toda una tecnología educativa. Si hago una evocación a mi infancia, todavía recuerdo aquella tarde cada curso (o dos como máximo) en que en la escuela nos pasaban una sesión de “filminas” (después me enteré que se llamaban “diapositivas”). Aquella tarde era todo un espectáculo, tanto, que aún recuerdo estas sesiones perfectamente. Era la novedad y era, parece ser, fácil sorprendernos. Aquello diferente de lo que hacíamos durante todo el curso. Punto. No había más (al menos en mi escuela). Y puede que por ser novedad, todavía lo recuerdo.

Evidentemente, muchos no fueron construidos para la enseñanza, pero este ámbito los aprovechó en interés que su uso ayudara a los alumnos a aprender. No haré aquí una exposición de la evolución de la tecnología educativa, sino una reflexión de qué encontramos ahora en la clase, después de haber visto nacer y crecer todo tipo de aparatos, aprovechables en cada ocasión para una tarea determinada, ya sean para las Ciencias o las Letras, hasta llegar a los ordenadores y la generalización de los libros digitales.

A pesar de las ventajas que puede suponer en algunas asignaturas a nivel didáctico, el ordenador no es la panacea en la enseñanza. Es un recurso más, potente, ciertamente, y si se quiere quizá el más potente para la enseñanza de los que se ha aprovechado hasta ahora. La búsqueda rápida de información tanto escrita como audiovisual y la interacción que presenta, hacen bastante atractivo su uso. Los libros digitales que acompañan en estos últimos cursos también son un recurso potente, pero tampoco son la panacea.

Sobre el uso generalizado del ordenador hemos de valorar ciertos aspectos, para desmitificarlo en cierta medida. Además de los problemas técnicos que pueden aparecer en clase sobre el correcto funcionamiento en todo momento, existen otros aspectos como pueden ser: la preparación de los profesores, el control del trabajo del alumno por parte del profesor (que el alumno esté trabajando en aquello que ha de trabajar y no en páginas externas al trabajo, o la dispersión que puede suponer en momentos concretos de las clases). A veces, la capacidad de interactuar del profesor con los alumnos se puede ver afectada, además de la calidad del material o el cansancio visual que puede suponer estar tantas horas trabajando con el ordenador.

Tiene que ser un recurso más para el aprendizaje donde sea necesario, pero no “obligatorio” en todo. De hecho, creo que en asignaturas de lenguas y matemáticas, por sus características, el uso del ordenador no es prioritario en ámbitos como la comprensión y la expresión oral y escrita, o de la práctica de resolución de problemas en matemáticas.

Seguramente habrá profesores que piensen que la utilización generalizada y constante del ordenador tanto en clase como en casa, disminuirá la destreza y los beneficios de continuar escribiendo a mano. Según algunos estudios relativamente recientes, escribir a mano fortalece el proceso del aprendizaje, activándose más regiones cerebrales (investigaciones de las universidades de Stavanger – Noruega- de la universidad de Marsella o de la de Indiana), ya que cuando se escribe a mano se utiliza más el cerebro que cuando se utiliza el teclado.  

Además, aún no se sabe si hay una mejora en el rendimiento con ordenador. De hecho, investigaciones de la universidad de Stanford indican que no ha habido en los Estados Unidos todavía la evidencia que con las nuevas tecnologías se haya mejorado el rendimiento académico. Peró quizá es un poco pronto para hablar de todo esto...

(*) El artículo puede ser reproducido siempre que se cite la fuente y el autor.

Fecha de publicación: 31/12/2012