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J. SARRAMONA - "CARTA ABIERTA A LA CONSEJERA DE EDUCACIÓN" EN HABLAMOS DE PEDAGOGÍA
CARTA ABIERTA A LA CONSEJERA DE EDUCACIÓN ESTHER NIUBÓ
Jaume Sarramona López (*)
Colegiado 120
Bellaterra, septiembre de 2024
En primer lugar, felicitarla por el cargo y desearle mucha suerte en su trabajo, lo que significará que mejorará la calidad de nuestro sistema educativo y se beneficiarán sus destinatarios directos, nuestros alumnos.
Seguro que usted ya sabe que la mejora general de nuestro sistema educativo pasa por la mejora de la actividad que en él se ejerce, lo que depende directamente del nivel de preparación y de implicación de los diferentes sectores implicados. A tal efecto, estoy seguro de que habrá recibido y recibirá muchas propuestas que irán en esta dirección, pero me permito añadir la mía personal, avalada por muchos años de profesionalidad pedagógica y de implicación con el propio departamento de Educación.
Usted sabe bien que los docentes son la clave de la calidad del sistema, de su profesionalidad e implicación depende, en gran medida, la calidad del mismo; por lo tanto, su formación continua, de la cual en principio es responsable la propia administración, debe ser pertinente y universal, garantizada por una evaluación que verifique su aplicación en las aulas. A tal efecto, le sugiero la posibilidad de un programa de formación universal para todos los docentes, con una parte común y otra específica en función de las diversas especialidades. Este programa unificaría criterios y conceptos a aplicar en unos momentos donde se tienen retos básicos que son comunes, más cuando hay formaciones iniciales tan diversas. El programa podría ser presencial y no presencial, pero confeccionado y gestionado por personas bien conocedoras de sus contenidos. De su aplicación se debería encargar la inspección educativa. Naturalmente, esta formación no excluye la que cada centro necesite y cada docente decida alcanzar.
En cuanto a los alumnos, usted ha manifestado que seguirán las pruebas en competencias básicas, pero resulta que ya hace dos años que el Departamento eliminó las competencias básicas del currículo catalán, al adoptar, casi al pie de la letra, el currículo ministerial. Ahora no se sabe qué evaluarán estas pruebas y, además, no se podrán hacer comparaciones con aplicaciones anteriores. Por lo tanto, me permito pedirle que considere la posibilidad de recuperar unas competencias básicas –si lo prefiere, “aprendizajes básicos”–, que el Departamento estuvo elaborando y trabajando durante casi diez años. Catalunya merece y necesita un currículum propio que dé respuesta a sus necesidades.
Los resultados de estas pruebas en competencias básicas deberían tener alguna incidencia sobre las calificaciones de los alumnos, al tiempo que servir de información objetiva sobre los resultados reales que obtiene cada centro escolar. Así se podrían determinar claramente cuáles son sus necesidades y los apoyos que es necesario otorgarles para mejorar, si es el caso.
Un sistema educativo grande y complejo como el nuestro necesita que los representantes de la administración en los centros y los responsables de su supervisión estén bien preparados y comprometidos. Por lo tanto, en estos momentos, un programa de formación para los inspectores en activo, elaborado entre la Universidad y el propio Departamento, garantizaría la preparación adecuada y pertinente para conducir los procesos de renovación que se emprendan. Ya hay precedentes al respecto.
Asimismo, se podría decir de los directores/as de los centros, especialmente de aquellos que optan al cargo, que no solo deben tener cualidades de liderazgo y compromiso hacia nuestro sistema educativo, sino también los conocimientos pedagógicos suficientes para ayudar a los docentes noveles y a quienes lo necesiten. No olvide que ellos/ellas son los jefes de personal y representantes directos de la administración en los centros escolares. Y no hace falta decir que las direcciones escolares también deben rendir cuentas, como todo profesional que trabaja en un servicio público.
No me olvido del problema crucial que ahora tenemos: el dominio y utilización de nuestra lengua, esta lengua catalana que nos identifica como nación y que está en grave peligro. Nuestro sistema educativo es fundamental para la supervivencia del catalán, aunque no sea el único responsable, naturalmente. La lengua debe ser transversal en toda la formación mencionada, que no solo debe preocuparse por los contenidos pedagógicos, sino que debe buscar el compromiso personal para mantener y defender nuestra identidad como nación.
La lista de acciones puntuales a realizar siempre será muy larga, pues debe llegar a cada alumno, pero algunas medidas, como las propuestas, tienen un carácter estructural, de efectos amplios y de repercusiones duraderas, de manera que resultan necesarias cuando realmente se quiere mejorar el conjunto del sistema.
Si realmente creemos que la educación es cosa de todos, no dude en buscar la implicación y compromiso de todos los integrantes de nuestro sistema y de todas las instituciones y organismos que tienen que ver con nuestra educación.
Atentamente.
Jaume Sarramona
Catedràtic d’Educació(*) Jaume Sarramona López, Doctor en Pedagogia, Pedagog i Mestre. Professor de Pedagogia a la Universitat de Barcelona i de la Universitat Autònoma de Barcelona. Catedràtic d’Universitat des del 1983. Entre el 2006 i el 2014 Catedràtic Emèrit de la Universitat Autònoma de Barcelona. President del 1r. Consell Social i membre de la Comissió de Deontologia del Col·legi de Pedagogs de Catalunya. Autor d'innumerables publicacions sobre pedagogia i educació. Es pot consulta la seva trajectòria pedagògica i educativa a www.sarramona.net
Fecha de publicación: 30/9/2024