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CARME PAU EN HABLEMOS DE PEDAGOGÍA "HÀBITOS: UN RETO PENDIENTE EN NUESTROS HOGARES"

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¿PORQUÉ SON IMPORTANTES LOS HÁBITOS?

¿LOS HÀBITOS SON RESPONSABILIDAD EXCLUSIVA DE LA ESCUELA?

¿COMO FAMILIA CÓMO LOS PODEMOS DESARROLLAR? 

Carme Pau Gómez (*)
Colegiada 1845
Vallirana, 17 de aagost de 2023

“Hábito: Forma particular de comportarse habitualmente y de hacer las coses más freqüentes"  En el Artículo 5 del currículum de la primera etapa de Educación Infantil, una de las capacidades que se han de lograr es la de adquirir progresivamente hábitos básicos de autonomia en acciones cotidianas, para actuar con seguridad y eficacia.

El concepto de hábito implica que el individuo ha aprendido una acción y después la ejecuta adecuadamente, en el momento que corresponda y sin que tenga de ser supervisado por nadie. Como pedagogogos/as y psicopedagogos/as sabemos que las rutinas y los hábitos son un aprendizaje de valor para toda la vida. Y sabemos que a medida que crecemos, es cada vez más complejo asimilarlas y/o modificar un mal hábito.

Cada vez es más frecuente oír a padres y madres quejarse que sus hijos e hijas no son autónomos, o que siempre necesitan ayuda, o que son despistados, o que han de repetir varies veces las cosas para que las hagan... Pero si reflexionamos un poco comprobamos que no permitimos que nuestros hijos e hijas hagan aquello que, realmente, ¡sí, pueden hacer! Quizás está muy extendida la tendencia que se ha de avanzar, anticiparse pero resulta que al final no les hacemos ningún favor, ¿cuándo dejaremos que aprendan a hacer las cosas autónomamente?

El día a día está lleno de situaciones cotidianas que son una magnífica oportunidad para llevar a cabo este objetivo: ser más autónomos. Obviamente esto no es magia. Hace falta entrenamiento, práctica, permitir el error y, sobre todo, mucha paciencia por parte del adulto. No se trata de hacer las cosas con prisas y de forma perfecta como si esto fuera un símbolo de eficacia. Cuando un hábito se empieza a practicar es necesario un tiempo, una rutina y constancia.

Hay padres y madres que me dicen "no le pedimos nada más que su responsabilidad, hacer las cosas del cole". Pero yo pregunto, ¿no hay pequeñas cosas que pueden aprender a hacer que les sean útiles, son parte de su crecimiento?

A menudo comprobamos que cuanto menos les pedimos a nuestros hijos e hijas, menos hacen. No es un reproche, sino la constancia de una realidad diaria. Hay familias en las que vestirse por la mañana es un drama y ya sabemos todos como acaba: vistiendo la criatura con prisas y niervos porqué vamos tarde. Me diréis que no hay otra forma... y no es cierto.  Quizás deberíamos ver las cosas con un poco de distancia para ver que, esto que pasa tan a menudo, no se puede resolver de esa forma. Sería recomendable introducir el hábito, por ejemplo, en fin, de semana porqué estamos más tranquilos y el tiempo no apremia. O por ejemplo ahora durante las vacaciones de verano. Y después practicar. Pero si nosotros acabamos sustituyendo lo que ellos y ellas tendrían que hacer, no aprenderán nunca.

Cosas como poner i sacar la mesa, ordenar su ropa, sus juguetes... son acciones que las pueden hacer.  Ahora bien, es necesario que como padres y madres nos planteemos por cuál acción empezar y progresivamente ir ampliando. Siempre tendremos en cuenta la edad de nuestros hijos e hijas, pero no tengamos ninguna duda que, si les enseñamos y nos disponemos a tener paciencia, lo harán. Y lo harán bien.

Introducir un hábito es algo entretenido que requiere paciencia. Tanta, que podemos acabar haciendo nosotros la tarea para ir más rápidos, por tranquilidad que no tenemos prisa... porqué está claro que así no aprenderán nunca. Y este no es el trato. Muy a menudo, padres y madres, no permitimos que nuestros hijos e hijas hagan lo que son capaces de hacer (y hacerlo bien). 

Cuando nuestra actitud es la de "ya lo hago yo que iré más rápida" estamos transmitiendo el mensaje "tu no lo haces bien", cosa que a la larga se traduce en un sentimiento de inutilidad por partes de hijos e hijas. Con esto provocaremos que el niño/niña sea cada vez más dependiente e, incluso, los padres/madres acabaremos estando a su servicio y no siempre libre de exigencias.

El proceso de crecer implica incorporar unas habilidades concretas que las adquirirán con la paciencia y es así, si realmente lo hacemos por nosotros mismos (y nadie lo hace por nosotros). Se trata, por parte de padres y madres, de aceptar resultados "no tan perfectos" pero que realmente se hayan hecho autónomamente. Como ejemplo: será siempre mejor unos zapatos no tan bien anudados, porqué precisamente lo han conseguido ellos y ellas, y esto los hará sentir muy satisfechos. Parecen ejemplos banales, pero son educativos: podríamos hablar de saberse abrochar una chaqueta, hacerse un bocadillos, prepararse la bolsa de deporte... todo aquello que no ENSEÑEMOS y ENTRENEMOS después no lo podemos pedir. No podemos pretender niños/niñas y adolescentes autónomos si durante su crecimiento se lo hemos hecho todo. Igual que no podemos decir "solo han de responsabilizarse de sus estudios"... ¿y no hay nada más que puedan aprender en su desarrollo? Hay muchísimas cosas que pueden hacer. el que necesitamos es priorizar unas cuantas, graduarlas por edad y ser sistemáticos.

Pedagógicamente hablando, los hábitos se empiezan a trabajar a partir de los tres años en adelante y los podríamos clasificar según el tipo de autonomía que aportan, aun cuando comparten funciones. Tipos de Autonomía:

  • Autonomía funcional: permite el aprendizaje y la madurez psicológica y social, facilitando la creación de actitudes de responsabilidad y convivencia, les permite ampliar su entorno, organizar el espacio, su autoimagen y su autoestima (por ejemplo, arreglar)
  • Autonomía por el bienestar y la salud: se trata de favorecer los aprendizajes de salud básicos para prevenir enfermedades, potenciar el bienestar y entender como es de necesario, para nuestra salud, el reposo (por ejemplo la higiene personal)
  • Autonomía para la socialización: implica madurez y respetar las diferentes situaciones de convivencia favoreciendo la propia imagen, así como el uso de las técnicas para compartir (por ejemplo el diálogo, respetar opiniones diversas)

No podemos empezar con muchas demandas de golpe. No, si queremos que la propuesta tenga éxito. Les explicaremos con palabras concretas y sencillas qué es lo que pedimos y qué esperamos de su respuesta/colaboración. Lo haremos progresivamente mirando que sean secuenciales (por ejemplo: levantarse, lavarse, vestirse...)

Y como les habremos explicado los argumentos que justifiquen esta demanda, les explicaremos también las consecuencias (coherentes) que aparecen cuando uno no cumple sus responsabilidades: "Si no me he preparado la bolsa de deporte cuando llegue a la escuela no podré hacer EF o me podrán una falta". Si los padres/madres corren a la escuela con la bolsa para tapar el olvido, no habremos ganado nada.

Muchos de estos ejemplos son un conflicto servido cuando llegan a la adolescencia, porqué a partir de este momento querremos que sean de todo: responsables, autónomos, consecuencias... pero ¿cuándo lo habremos practicado? Está clarísimo que, si no lo hacemos a medida que crecen, habremos perdido un tiempo irrecuperable.

No dudéis en empezar a preparar estos hábitos pues ahora no tenemos excusas de horarios de trabajo, extraescolares... Os animo que antes de volver a la escuela que algunas de estas tareas ya estes acordadas, explicadas y sean coherentes a la hora de pedirlas. Es igual si estamos a mediados de agosto, aun nos quedan días para volver a la escuela y lo podemos intentar. No os olvidéis esto: unos buenos hábitos facilitan cualquier aprendizaje.

QUÈ HÁBITOS HEMOS DE TENER EN CUENTA (adecuados a cada edad) 

  • Los horarios, el día a día, con niños i niñas es intenso, los horarios da seguridad a los pequeños, y a los mayores los ayuda a organizarse.
  • La alimentación, para asegurar una dieta saludable y equilibrada
  • Les horas de sueño. Dormir las horas necesarias garantizan un buen desarrollo cognitivo.
  • La higiene. Pautas que han de tener incorporadas, cada vez com mayor independencia.
  • La actividad física, tan importante como una buena alimentación.
  • El juego libre, tiempo para jugar LEJOS DEL MÓVIL y OTRAS PANTALLAS. El juego estimula el lenguaje, las relaciones sociales y se potencia su creatividad e imaginación.
  • Actividades culturales y de lectura. en el día de hoy donde nuestros ojos están focalizados en las pantallas, es más que urgente reactivar el hábito lector pues un libro es una ventana abierta al mundo.

¿COMO SECUENCIAMOS LOS HÁBITOS POR EDAD?

3 años

Guardar los juguetes en su sitio

Tirar las cosas a la basura

Doblar los trapos de cocina

Localizar sus pañales y toallitas

Poner las servilletas en la mesa

Ordenar sus libros

Sacar su plato de la mesa

Lavarse los dientes

Lavarse las manos antes de comer y cuando volvemos de la calle.

Lavarse la cara

Peinarse

4-5 años

Alimentar su mascota

Poner la mesa y ayudar a sacarla

Regar plantitas

Recoger su habitación

Ayudar a hacer su cama

Ayudar a doblar la ropa

Vestirse y desnudarse de forma autónoma

6-7 años

 

Cambiar el papel higiénico cual se acaba.

Sacar las malas hierbas del jardín

Recoger las hojas secas

Doblar toallas.

Anudarse los zapatos

Ayudar a preparar la mochila para la escuela

8-9 años

 

Ayudar a cargar el lavavajillas

Sacar el polvo

Doblar la ropa limpiar y guardarla

Guardar la compra

Sacar el perro

Barrer el suelo

Poner y sacar la mesa

Dejar el lavabo limpio después de usarlo

Hacerse la cama

Ayudar cuando se va a comprar

Escoger cada noche la ropa de la mañana siguiente

10-11 años

 

aspirar las alfombras

Limpiar las encimeras de la cocina

Recoger el correo

Preparar un plato sencillo

Ayudar a limpiar el coche

Colgar la ropa

sacar la basura

Ayudar a planchar prendas sencillas

Cambiar la sábanas de su cama

+ 12 años

 

Fregar el suelo

Lavar el coche

Hacer una comida o una cena

Hacer la compra con una lista

Pintar una pared

Hacer reparaciones sencillas en casa

Vigilar hermanos pequeños

 

Estos hábitos son orientativos, siempre los adaptaremos a cada momento y situación familiar concreta. No pueden ser "a cambio de", es necesario argumentar los motivos por los cuales se debe hacer esto o aquello, lo más importante es concienciar que la familia es un engranaje donde cada uno de nosotros tiene una función, una responsabilidad y cumplirla implica un beneficio y un bienestar a todos y cada uno de sus miembros.

Como pedagogos y pedagogas sabemos que las rutinas y los hábitos son un aprendizaje de valor para el desarrollo des de la primera infancia y los padres y madres como educadores y educadoras de primer orden, son los que han de enseñarles a adquirirlos para incorporar los primeros estadios de su autonomía.

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(*) Carme Pau Gómez, pedagoga i mestra. Col·legiada 1845, membre de la Xarxa d’Expertes del Col·legi Oficial de Pedagogia de Catalunya.
Directora del DESPATX PEDAGÒGIC MULTIDISCIPLINARI http://despatxpedagogic.cat/index.php
Instagram @carmepau

Fecha de publicación: 17/8/2023