COMUNICADO COPEC EN EL DÍA DEL DOCENTE "VALORACIÓN INICIO DE CURSO 22-23"

• Dado el ajetreo que desde diferentes ámbitos ha provocado el adelanto de inicio de curso, el Col·legi Oficial de Pedagogia de Catalunya quiere aportar su visión pedagógica para ayudar a evaluar si este proceso ha estado positivo -o ha tenido carencias- en la tanto deseada mejora del sistema educativo inclusivo catalán.
• Consideramos que las realidades vividas tienen que llevar a una reflexión profunda, donde el interés pedagógico y vivencial del niño/a, adolescente y/o joven sea el eje central de cualquier cambio, dando voz a los profesionales responsables y vinculados a la gestión diaria de nuestras escuelas e institutos.
• El inicio del curso 2022-2023 nos ha situado en un escenario de colapso, el cual ha forzado una reorganización y la gestión de una realidad educativa envuelta de incertidumbres.
• Ha estado prioritario tejer alternativas pedagógicas para dar respuesta a las necesidades educativas cada vez más diversificada y en constante evolución.

En cuanto a las situaciones vividas, en general han sido un punto estresantes. Cierto que ya a finales de curso se empezó a preparar el siguiente curso, pero hay que tener en cuenta que el profesorado en general ya acabó muy cansado y en especial “quemado” por las huelgas, la carencia de diálogo, de participación en las propuestas y demás.

Hay que tener en cuenta también las altas temperaturas que se empezaron a sufrir desde finales de mayo. Quién ha estado en un aula sabe muy bien que además de 27 grados el alumnado está irritado, no hablemos si todavía trabajamos informes, traspaso de informaciones y más. Todo esto hace “una pelota” donde el profesorado no tiene la motivación, ni la inspiración o ilusión suficiente para empezar a planificar el curso siguiente. A todo esto hay que añadir que muchos centros aprovechan las primeras semanas de julio para la formación de su profesorado, así pues menos tiempo para reflexionar y diseñar.

A finales de julio y finales de los meses de agosto los equipos de limpieza, reparación y puesta en marcha de los centros empiezan a actuar: pintar, reparar, cambiar, pulir… todo para poner en marcha un centro que tiene que ser más confortable para los niños/as y adolescentes. Por lo tanto el profesorado empieza a trabajar el 1 de septiembre.

Reuniones, plantilla que empieza a llegar y que por lo tanto se tiene que ayudar a situarse, conocer el contexto en el qué se moverá, el proyecto educativo del centro, la visión del centro y todo en cinco días. Los más veteranos tienen que acoger a los más noveles y empezar a cohesionar el equipo.

Las tardes del 1 al 5 de septiembre han estado trepidantes solo montando las aulas, porque los niños y adolescentes se merecen encontrar un centro que los motive, que los acoja con el máximo confort. Ya no queremos centros de paredes blancas y lisas, el centro, todo él, paredes, pasillos, clases… todo educa.

Estos hechos han propiciado un inicio de curso con vivencias y características muy diferentes, dependiendo de las realidades peculiares de cada escuela. En líneas generales hay que destacar:

• Se ha iniciado el curso con poco tiempo de preparación del curso a todos niveles, pedagógico-didáctico y de puesta en marcha del centro para dar la bienvenida al alumnado.
• Se han tenido que hacer los traspasos de tutorías de todo el alumnado, con muy poco tiempo, y han quedado algunos temas importantes sin hablarse en el equipo docente, porque había la prioridad de preparar las clases. Hay alumnos, especialmente de atención a la diversidad, NESE, NEE, que requieren un traspaso con la participación de otros profesionales, como las orientadoras, las MESI o EAP, por ejemplo. Hacer reuniones con personas externas, o de diferentes cursos, se ha complicado mucho por la poca disponibilidad horaria del profesorado.
• Los equipos directivos se han encontrado con la incorporación del nuevo profesorado a inicios de julio, sin haber podido cerrar el curso anterior con calma, y teniendo que explicar al profesorado nuevo todo el proyecto de centro y el funcionamiento en cuatro días.
• Por las tardes, el alumnado que estaba haciendo adaptación (I3) o aquellos a quien los cambios no les ayudan nada, como son niños/as con TEA, han perdido de repente sus referentes. Ha habido que reducir jornadas lectivas a algunos alumnos por no encontrarse con monitores totalmente desconocidos y entrar en crisis. Iban solo por las mañanas, medida poco inclusiva pero de urgencia.
• La monitorización ha tenido actuaciones muy diversas, en situaciones claves. En determinados centros ha provocado conflictos en algunos entornos más complicados, puesto que no han llegado a ser referentes claros por el alumnado, puede ser por carencia de experiencia, formación o decisión ante el niño/a y ha habido carencia de liderazgo.
• En centros de alta complejidad ha existido un volumen importante de alumnos de Infantil y Primaria que han hecho uso del servicio por la tarde propuesto por el Departamento. A pesar de las ratios, parece que el funcionamiento ha sido adecuado y se ha llevado a cabo con pocas incidencias.
• La situación se complica cuando la escuela tiene un número elevado de alumnos con realidades diferentes, puesto que faltan muchos recursos debido al número de alumnado que hay de N.E.S.E. y N.E.E. También si es un centro de matrícula viva.
• Constatamos que un tanto por ciento elevado de la comunidad educativa muestra malestar por la sensación de improvisación y de carencia de rigor por parte de la administración, y la carencia de previsión ante las altas temperaturas que se han vivido en las aulas desde el mes de mayo.

A pesar de ajetreos y ruidos diversos, se ha tenido que continuar defendiendo, más que nunca, el altavoz de los facultativos de la pedagogía y la psicopedagogía, para que fuera un claro referente de conocimiento, de esperanza y de ilusión para hacer frente a un conjunto de cambios, de incertidumbres y de complejidades inigualables e inesperadas.

Las indicaciones administrativas, el nuevo currículum, las realidades diversas y singulares del inicio de este nuevo curso han complicado el compromiso pedagógico de los profesionales y del mundo educativo en general. Garantizar con tranquilidad el bienestar, la formación y el desarrollo de un alumnado también único e irrepetible, ha estado a menudo una quimera para los profesionales, pero también un galimatías por las familias y un metaverso por el alumnado.

VALORACIÓN PEDAGÓGICA...

En líneas generales en la valoración pedagógica, constatamos:

1. Los equipos docentes no han tenido tiempo de marcar líneas comunes, actividades de escuela y proyectos compartidos. A pesar de haber avanzado en muchas tareas en julio, el cansancio, las ideas y las iniciativas resultan mucho más óptimas después de un tiempo de descanso y reflexión.
2. No ha habido tiempo para poder hacer cohesión de grupo en el claustro, para el traspaso de información de las tutorías, para la acogida del profesorado que se incorpora y para tomar decisiones en equipo.
3. El alumnado, especialmente con NEE., necesita referentes claros y sobre todo cuando inician el curso y se encuentran también cambios de grupo, de aula y de tutor/a. Tener referentes por una hora por las tardes, no es demasiado positivo. También pasa con el alumnado que inicia la escolarización a I3 y está en pleno proceso de adaptación.
4. La carencia de recursos humanos, materiales y económicos se han hecho evidentes, por lo que la carencia de una inversión seria, la atención a la diversidad se resiente.
5. En la toma de decisiones se han valorado competencias antes de que el bienestar afectivo, social y emocional del alumnado.
6. El profesorado, a veces, tiene la sensación de estar desbordado y con carencia de apoyo, teniendo en cuenta que a partir de enero se tendrá que cambiar el horario y adecuarlo nuevamente, siguiendo los acuerdos entre Sindicatos y Departamento, con lo cual la sensación de estrés aumenta significativamente.

PARA REFLEXIONAR.

Hay que señalar que a nivel pedagógico la medida ha ido en detrimento de la formación de niños/as y adolescentes. Se buscaba que el alumnado pudiera acceder en extraescolares y promover la conciliación familiar, pero se han dado diferentes casuísticas:

• Muchas escuelas han tenido problemas para disponer del personal suficiente para atender al alumnado.
• En ocasiones se ha dejado a los niños con personal poco cualificado.
• Ante esto, muchas familias han optado por no traer de nuevo a los hijos/hijas en la escuela después de la comida, teniendo que buscar ayuda para conciliar.
• Falta de previsión en el acondicionamiento de las escuelas, cosa que ha hecho que las altas temperaturas dificultaran el buen desarrollo en el aula.
• Dinámicas diferentes en la escuela concertada que ha empezado el curso una semana antes con horario de mañana y tarde, se vuelve a romper la equidad, puesto que estos alumnos han tenido más horas lectivas que los de la escuela pública.
• Carencia de espacios por la necesaria reflexión, debate y planificación en el equipo del profesorado. En detrimento del trabajo en equipo, de compartir buenas prácticas, de crear...

En medio de una continuada imprecisión a raíz de la realidad socioeconómica actual, el mundo educativo durante este inicio de curso ha tenido que asumir incertidumbres y remontar un abanico de obstáculos, contrariedades y dificultades diversas; actuando sin vacilaciones y sin tiempos para la reflexión. La historicidad de estos últimos años, que han precipitado este inicio de curso, deja en evidencia un principio de complejidad que ha empujado sin tregua, de manera acelerada, a religar y a resituar el contexto educativo en la globalidad a que pertenece.

El hecho de avanzar el inicio de curso, presentado como un adelanto, en la conciliación familiar -una demanda histórica de las familias- ha priorizado que los niños permanecieran más horas en la escuela para que las familias pudieran cumplir sus obligaciones laborales. En este sentido, desde la perspectiva pedagógica entendemos la conciliación familiar como la oportunidad para que las familias puedan disfrutar de momentos enriquecedores, sin que afecte el desarrollo socio-emocional de sus miembros. Es muy importante el tiempo, pero también la calidad del mismo.

Este inicio de curso ha evidenciado la necesidad de una arquitectura de puentes pedagógicos en la dirección de un andar cotidiano de todos los actores del sistema educativo. Es en esta dirección, que las líneas más arriba mencionadas son fruto de un deseo facultativo para convertir limitaciones en posibilidades reales, una mirada pedagógica que invita a situarse en una realidad educativa que genera nuevos diálogos y nuevas oportunidades hacia la necesidad urgente de una palanca de cambio, de transformación y de bienestar socioeducativo.

Hay que abrir un espacio de reflexión donde intervengan todos los estamentos involucrados en la educación de nuestros niños/as, para encontrar soluciones que como objetivo final tengan la prioridad de evitar la segregación de determinados colectivos, así como garantizar la equidad e igualdad de oportunidades de todo el alumnado, al mismo tiempo que se potencié la conciliación familiar.

Es por eso que desde el Col·legi Oficial de Pedagogia, atendiendo a las necesidades de nuestro alumnado, consideramos muy positiva la iniciativa de constituir un pacto nacional por la conciliación familiar donde todos los agentes: organizaciones, ocio, ocio educativo, cultura, escuela… lleguen a consensos para mejorar la conciliación familiar en coordinación con las necesidades de nuestras instituciones educativas formales y no formales.

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