I. BAU "ESTO ACABA... ¡DE EMPEZAR! REFLEXIÓN 6 / COVID19"

Volviendo a la resiliencia, es un término que viene del latín 'resilere' que significa 'rebotar'. Es un término usado en Física y es, por definición, las propiedades de objetos elásticos, como un muelle o una pelota, de forma que absorben el impacto de una fuerza exterior o de un golpe, se adaptan y cambian de forma sin romperse y cuando cesa la presión recuperan su forma original.

Si nosotros somos seres resilientes por naturaleza y que también podemos aprender (la) y, ahora más que nunca, estamos haciendo uso de esta capacidad, se considera que cuando nos enfrentamos a una situación de cambio inesperada y brusca como la que estamos viviendo, pasamos por varias fases que son: la negación; el miedo y la incertidumbre; la exploración de las consecuencias del cambio; la consolidación y el dominio.

Fase 1 - La negación - quizás todos podríamos decir que esta fase la tenemos superada porque deberíamos ser conscientes de que sí, que eso que parecía imposible, es real y está pasando (¿o todavía hay individuos que lo minusvaloran y piensan que eso 'es como una simple gripe '?).

Fase 2 - El miedo y la incertidumbre - también estamos en esta fase y seguiremos en ella por mucho tiempo, desgraciadamente. Aquí es donde, desde la Pedagogía y sus profesionales, estamos trabajando duro para establecer las estrategias y los protocolos necesarios para que la comunidad educativa, alumnos, docentes y padres y madres tengan las herramientas, en esta desescalada, para asimilar esta situación y afrontar con garantías la 'nueva normalidad'. Estamos cuidando, desde el punto de vista pedagógico y profesional, la repercusión de la pandemia en el estado emocional de las personas, tanto individualmente como colectivamente y atentos al afloramiento de determinadas reacciones conductuales resultado de tantas horas encerrados, frente a las pantallas, con cambios de rutinas (si se han mantenido!), con falta de contacto social habitual, etc. Recordemos que la empatía nos ayuda a luchar contra el dolor... y que, siempre, trabajando conjuntamente, no se nos hará tan tortuoso el camino. ¡Nada fácil, cuando hablamos de emociones!

Fase 3 - La exploración de las consecuencias del cambio - Nada volverá a ser igual como era antes y, de una manera u otra, debemos ser capaces de aprovechar el momento. Después de una catástrofe, siempre hay una reordenación, una revolución. Todos sabemos que habrá un antes y un después... ¿y qué? Sólo hay que tener la capacidad de adaptarse a ello. De reconstruir lo que era válido y de mejorar y aprender de los errores y de, tal vez, otra vez entre todos, caminar juntos, haciendo alianzas, aprovechando las fortalezas de unos y otros para este mundo mejor que todos anhelamos. Los expertos en la materia, pedagogos y psicopedagogos, aquí también tenemos un papel esencial, y debemos ser capaces de ir un paso por delante en este proceso de exploración de las consecuencias, como puede ser el estrés post-traumático, y de la evaluación de las oportunidades, a fin de hacer un buen diseño y ofrecerlo no sólo en las escuelas, sino a toda la sociedad atendiendo a los tres principales ámbitos de actuación del Colegio de Pedagogos: empresa, sociedad y escuela.

Fase 4 - Consolidación y dominio - consideraremos que estamos 'bien' y con sensación de haberlo superado con el conjunto de varias circunstancias: la bajada en las curvas de ingresos, de infecciones y de mortalidad, por un lado; y, por otro, el resurgimiento de la economía y la puesta en marcha de empresas y comercios con las medidas adecuadas no sólo a nivel higiénico y de salud, sino, sobre todo, con respecto a las nuevas estructuras y modelos de negocio a los que ya nos habríamos de estar adaptando y, nuevamente, de manera conjunta.

Si las fases decretadas de 'desescalada' también son 4, como las de la resiliencia... ¿estamos seguros de estarlo haciendo tan bien cómo podríamos? ¿Estamos yendo por el buen camino? ¿Estamos aprendiendo? ¿Estamos poniendo manos a la obra y uniendo esfuerzos y recursos tanto humanos como materiales? ¿Tenemos todos claro cuál es el objetivo? Quizás necesitamos seguir reflexionando...

En la obra 'El origen de las especies' (1962), Darwin apuntaba: “no son los más fuertes de la especie los que sobreviven, ni los más inteligentes. Sobreviven los más flexibles y adaptables a los cambios...” y yo añadiría: y aquellos capaces de aprender de los fracasos y que no les olvidan porque la memoria es necesaria para la supervivencia de los miembros del reino animal.