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¿CÓMO LUCHAR CONTRA EL ACOSO ESCOLAR?
¿CÓMO LUCHAR CONTRA EL ACOSO ESCOLAR?
David Escofet Martín [i]
Colegiado núm. 1967
Organyà, marzo de 2018
Una de las preocupaciones de la sociedad actual debería ser acabar con el acoso escolar. El acoso escolar es la expresión de la violencia de la sociedad futura. Todos queremos un futuro sin violencia, pero...
En la actualidad, el acoso escolar ha tenido mucho eco mediático. En este sentido, se producen programas en contra del acoso escolar desde diversos ámbitos. Por ejemplo, “Se buscan valientes” dentro del programa “12 meses” de Mediaset o el programa AVE, pero con un éxito relativamente escaso. Las pruebas las tenemos con el aumento desmesurado del acoso.
Según la Fundación ANAR, a partir del informe “II Estudio sobre el acoso y ciberbullying”, los casos de acoso escolar aumentaron del año 2014 al 2016 en un 240% y del año 2015 al 2016 en un 87,7%. Por otro lado, Save the Children nos aporta más información preocupante. En España, un 9,3% de estudiantes afirma haber sufrido acoso escolar los últimos dos meses y un 6,9% se considera víctima del ciberacoso.
Estos datos no se quedan aquí, 6 de cada 10 niños afirman haber recibido algún tipo de insulto en los últimos meses, y de estos un 22,6 lo sufre de forma frecuente y más de un tercio mediante Internet o el móvil. Aproximadamente el 30% de los niños reconocen haber sufrido golpes físicos y un 6,3% de forma frecuente.
Investigaciones longitudinales a lo largo del tiempo, demuestran que el 60% de los acosadores llevarán a cabo un delito penal antes de los 24 años. Los datos hasta aquí aportados hacen preocupar hasta los más optimistas.
Así pues, ¿qué está fallando? Las escuelas e institutos llevan a cabo diferentes programas y normativas en la lucha contra el acoso escolar, pero continúa en aumento. Para poder hacerle frente, debemos tener en cuenta que el acoso escolar se trata de un problema multidimensional e influye a todos los ámbitos de los jóvenes acosados, acosadores y observadores.
Teniendo en cuenta que un 14% del acoso escolar se producen en torno a los 7 años, vemos muy difícil, con esta edad, que los niños tengan capacidad para denunciar el acoso de un compañero, normalmente “el líder”, en torno el compañero “poco popular”. Con esta edad tiene una gran importancia la formación del motivo de pertenencia al grupo. El miedo de ser rechazado será una carga demasiado importante para el niño.
No tenemos ninguna duda que estos programas tienen un carácter preventivo del acoso escolar y son importantes para dar las herramientas necesarias para hacer frente a este problema. En las escuelas se están haciendo grandes progresos en la prevención y eliminación de esta cuestión.
Asimismo, no podemos olvidar un agente de gran importancia en esta problemática: la familia. La familia durante la socialización primaria da a sus hijos la información necesaria para poder relacionarse en la sociedad. Después el niño pondrá en práctica las herramientas transmitidas por la familia en la escuela.
Los que somos de una generación más mayor todavía recordamos como nuestros padres nos recomendaban: “Cuando veas una pelea marcha”. Hoy en día todavía damos estas recomendaciones a nuestros hijos. Así, ¿cómo queremos que denuncien al acosador o defiendan al débil o diferente?
Pero la cosa no queda aquí, las familias en muchas ocasiones tenemos un currículum oculto totalmente equivocado. Somos familias muy democráticas, defensoras de los derechos humanos, de los valores sociales y de la justicia. Eso sí, cuando juega mi equipo de fútbol, me siento con mi hijo a ver un partido y nos transformamos.
Aparecen insultos de todo tipo: árbitro eres un hijo..., negro de..., y un continuo de insultos sin precedentes. Entonces, pretendemos que nuestros hijos cuando vayan a la escuela sean educados, respeten al otro o hasta que lo defiendan. Está claro que los padres tenemos que predicar con el ejemplo.
Los futuros programas, si quieren ser eficaces, deberán intervenir en todos los agentes implicados en la educación de nuestros jóvenes. El acoso es un problema de la sociedad: por lo tanto, las soluciones deben implicar a toda la sociedad: familia, escuela, pueblos y ciudades, medios de comunicación, redes sociales, políticos y políticas educativas, administración y sociedad en general.
Actualmente, como herramientas para aprender a encarar el acoso escolar, las familias solamente disponen de talleres o charlas. Pese a que son sesiones informativas básicas para entender el concepto, las tipologías, etc., es esencial reivindicar la función del pedagogo para avanzar en este ámbito.
El papel de los pedagogos es clave en la educación familiar, ya que a parte de la formación y orientación a familias sobre este tema , pueden ofrecer recursos y estrategias a todos los miembros implicados. De esta manera, se podría prevenir y hacer frente, desde el nacimiento del hijo, al acoso escolar.
Entre los recursos y estrategias habría: inculcar y defender los derechos humanos y valores, fomentar la empatía y resiliencia, controlar los impulsos (autocontrol), aumentar la autoestima, el autoconocimiento, la autonomía y la responsabilidad, etc. En resumen, es imprescindible una educación familiar orientada a la educación democrática y emocional correcta y ser ejemplos para los hijos.
Por último, destacar este cambio en todos los agentes, no será un cambio de hoy para mañana, ni fácil. Pero será un cambio que se tendrá que llevar a cabo necesariamente, si queremos una sociedad del futuro con una incidencia mínima de la violencia. No hay ninguna duda de la capacidad de los profesionales de la educación para estar en la primera línea de este cambio y, en especial, de los pedagogos.
[i] Pedagogo colegiado, miembro de la Red de Expertos del Col·legi de Pedagogs de Catalunya.
Fecha de publicación: 27/3/2018