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HISTORIA DE UNA #PEDAGOGA
HISTORIA DE UNA #PEDAGOGA[i]
Alicia Linares[ii]
Pedagoga
Barcelona, marzo de 2018
El futuro no tiene que ver con la carrera que estudias. El futuro eres tú como persona y como profesional. El futuro empieza a cambiar el día que te haces consciente que tú eres el que tiene las riendas de lo que va a ser tu carrera profesional.
Cuando me llamaron del Col·legi de Pedagogs de Catalunya para decirme que les gustaría que participara en la I Jornada de Pedagogia UNIVERSITATS-COPEC[iii] me hizo mucha ilusión. Y cuando empecé a preparar las ideas que querría compartir con el resto de colegas, la ilusión se transformó en responsabilidad y me di cuenta que lo que debía hacer era una retrospectiva. Es decir, tocaba mirar hacia atrás, recordar los inicios, las etapas del camino y por supuesto hacer balance de los 22 años que hace que salí de la Universidad.
En definitiva, la retrospectiva me tenía que servir para extraer enseñanzas tanto de cómo había actuado yo durante todos estos años, como de cuáles han sido los factores externos que han podido favorecer mi desarrollo profesional. Así que hoy me dispongo a compartir con vosotros estas reflexiones que ayer ya pude compartir en la #JornadaPedagogia18. E incluso me gustaría ir un paso más allá: visualizar hacia dónde va esta profesión que todavía sigue inspirando a nuevas generaciones que deciden invertir ilusión y esfuerzo en estudiar y adentrarse en, para mí, “el mejor oficio”.
EL HOY
¿Qué soy actualmente? Soy Pedagoga, es decir, disfruto día a día con ser facilitadora de procesos individuales o colectivos donde las personas aprenden, crecen, innovan y también, por qué no, se digitalizan. Y esta declaración se concreta en que actualmente desarrollo dos actividades profesionales paralelas: la primera, soy lo que metafóricamente me gusta llamar “Sherpa de Talento”, ya que acompaño a profesionales a poner en valor su talento y a desarrollar una marca personal auténtica para conseguir sus objetivos, y la segunda, soy “Consultora de innovación” lo que quiere decir que con Maite Moreno facilitamos procesos de innovación en empresas que necesitan resolver nuevos retos con nuevas soluciones y para ello quieren, y deben, poner a las personas en el centro.
Cuando repaso mi trayectoria profesional, que siempre ha estado enmarcada en el sector empresarial, me doy cuenta que las prácticas pedagógicas han estado siempre conmigo independientemente del tipo de tarea o proyecto en la que he estado inmersa en cada momento. Yo no me considero Pedagoga porque tengo un título que lo acredita, sino porque de algún modo la Universidad me ayudó a armar un mapa mental sobre cómo funcionamos las personas y esto ha sido mi mirilla para ver y abordar todos aquellos proyectos que he desarrollado a lo largo de mi carrera profesional. En definitiva, la pedagogía es algo que siempre ha venido conmigo, es decir, creo que se ha convertido en mi manera de hacer y de ser.
MIS ORÍGENES
Desde muy jovencita tenía muy claro que quería ser Pedagoga. El hecho es que una experiencia vital a los 12 años fue mi gran inspiración. Yo por aquel entonces vivía en Venezuela con mi familia y en el precioso Colegio María Auxiliadora de Caracas tuve la oportunidad de participar en un programa de voluntariado donde las niñas del colegio podíamos ayudar los sábados por la mañana a mujeres enseñándoles a leer y a escribir. Eran mujeres que no habían tenido la oportunidad de estudiar. Esa experiencia para mí fue realmente impactante: poder, de golpe, pasar de ser una niña-alumna a ser alguien que iba a acompañar a otras personas en su proceso de aprendizaje. La experiencia me marcó enormemente. Todavía puedo recordar exactamente las sensaciones que tuve al poder acompañar a esas mujeres.
Estoy segura que esto fue la semilla que unos años después me llevó a optar por un oficio donde desde mi punto de vista somos “personas” que acompañan a “personas” y además procuramos crear un sistema alrededor de ellas para facilitar sus procesos de aprendizaje y crecimiento a lo largo de la vida.
MI CAMINO
Empecé a estudiar Pedagogía en el año 1991. Esta era una de esas carreras a las que era muy fácil acceder y realmente todo aquel que quería estudiarla lo conseguía prácticamente siempre. Pero a su vez era una de esas carreras llamadas “sin futuro”. Y yo me pregunto ¿qué sabían realmente esas personas de cuál sería el futuro de la pedagogía 20 años más tarde? Y me pregunto de nuevo… ¿y qué sabían realmente esas personas de cuál sería mi capacidad para desarrollar plenamente mi profesión?
El mundo del trabajo ha cambiado tanto en estos últimos 20 años… Bien, realmente ha cambiado tanto en estos últimos 10 años, 5 años, ¿2 años?… Hoy por hoy el mundo de las empresas es complejo, exigente, global y muy dinámico. Ahora bien, todos tenemos un sitio. La cuestión es que debemos ser capaces de saber cuál queremos que sea el nuestro e ir a por él. Mi experiencia me permite atreverme a decir que no hay carreras con futuro y carreras sin futuro. El futuro no tiene que ver con la carrera que estudias. El futuro eres tú como persona y como profesional. El futuro empieza a cambiar el día que te haces consciente que tú eres el que tiene las riendas de lo que va a ser tu carrera profesional.
Mi trayectoria profesional podríamos decir que fue bastante convencional durante los primeros 10 años. Desde que acabé tenía claro que quería desarrollarme en el sector empresa y concretamente centrarme en el aprendizaje de adultos. Y tuve la suerte de empezar a trabajar en el departamento de formación de un pequeño proveedor de Internet que posteriormente fue comprado por una gran empresa de telecomunicaciones. Allí contábamos con muchos recursos lo que me ayudó a aprender mucho y a formarme como profesional de los llamados Recursos Humanos. Luego fui madre y mi determinación de querer ejercer de Mamá y, a la vez, tener un trabajo que me hiciera feliz me hizo salir de la gran organización para entrar en el mundo del emprendedor. De esto hace ya bastantes años. Desde entonces lucho cada día por seguir disfrutando, aprendiendo y creciendo con todo aquello que hago.
EL FUTURO
Me gustaría para terminar hablar de la revolución digital y la pedagogía. Son ya demasiadas las veces que cuando escucho hablar de revolución digital solo oigo hablar de innovaciones tecnológicas y de su potencialidad. Y es que efectivamente eso es así, la disrupción que estamos viviendo hoy en día viene dada por la tecnología pero nos podemos olvidar de lo esencial: las personas. En esta sociedad hiperconectada y en esta revolución de los robots que ya estamos viviendo, los profesionales tenemos mucho que construir para poner esa tecnología al servicio del bienestar de las personas. Por lo tanto las profesiones de vertientes más humanistas cobran más que nunca mucha relevancia. Lo humano cada vez tendrá más y más valor.
Y para terminar permitidme hablarles solo a mis colegas pedagog@s. Todo esto no lo podremos hacer solos. Esto lo tenemos que hacer todos juntos. Necesitamos trabajar en equipos multidisciplinares, diversos, con otros profesionales que nos ayuden y sumen para poder avanzar hacia nuestro sueño de hacer la vida más fácil a las personas.
Así que mantengámonos siempre alertas a nuestro entorno, estando pendientes de las novedades para saber cómo son y de qué modo van a impactar en nuestra profesión. Y mantengamos siempre un ecosistema profesional rico y seamos conscientes que el futuro de la Pedagogía pasa por la suma del legado que dejemos cada uno de nosotros.
Fecha de publicación: 14/3/2018