Presentamos un nuevo número de EIX, una de las
plataformas que tiene el COPEC para hablar de y sobre pedagogía y psicopedagogia.
Un nuevo número cargado de artículos largos y cortos, visuales y densos, de
pedagogos/gas i psicopedagogos/gas y de estudiantes, de diferentes ámbitos
de actuación pedagógica... pero sobretodo inéditos y, a veces, sorprenentes por la
temática abordada. Todos ellos tienen en común que hablan de pedagogía y esto es
señal de buena salud.
Hablar de pedagogía es lo que hemos hecho durante la segunda mitad del 2015 -y lo que llevamos del 2016- en los encuentros con decanos/nas de las universidades catalanas que hacen el Grado de Pedagogía, con entidades con quien compartimos intereses comunes del ámbito educativo, formativo,
social y de la salud y en los encuentros con responsables de la Generalitat,
a raíz de la toma de posesión del nuevo gobierno catalán, la primera con la presidenta del Parlament de Catalunya. Y esto es signo de la buena salud de la
pedagogía.
Encuentro muy provechosos donde hemos sido muy bien recibidos, se nos ha escuchado con atención y empatía, hemos presentado el colectivo profesional que representamos y hemos compartido intereses comunes. Tertulias donde, los compañeros de la junta de gobierno y yo misma, hemos hecho un buen ejercicio para explicar qué es y qué hace el pedagogo/a y psicopedagogo/a y, a veces, aclarando qué nos diferencia de otras profesiones afines y, también, nos hemos encontrado defendiendo la
buena salud de la pedagogía, dentro y fuera de Catalunya.
Una fortaleza, la de la pedagogía, avalada
por el COPEC a partir de tarea que -desde sus inicios- ha desarrollado por el
reconocimiento social del pedagogo/a como arquitecto que es del hecho educativo, en su sentido más amplio, sin olvidar sus orígenes y razón de ser:
la EDUCACIÓN.
Un trabajo de hormiguita –de muchas hormiguitas-
compilando, compartiendo y generando información y conocimiento en espacios de participación, cooperación y colaboración -internos y externos- con elementos que
definen la profesión y datos que demuestran el vigor de la pedagogía y la
psicopedagogía tanto en el sistema educativo, como en el social y en el de
la empresa. Una ojeada a la Memoria del 2015 nos hace darnos cuenta de su robustez.
Porque el/la PEDAGOGO/A y el/la
PSICOPEDAGOGO/A es el experto-a/especialista en procesos -de cambio- educativos y formativos en personas, grupos y comunidades –organizaciones- desde la
intervención, coordinación, diseño, análisis, evaluación, reflexión e innovación, a lo largo de toda la vida y desde todos los contextos donde se desarrolla la persona.
Porque la pedagogía intrínsecamente analítica y reflexiva se adapta a la sociedad cambiante, es así como el último tercio del siglo XX traspasa los muros escolares -sin abandonarlos- entendiendo que el hecho educativo se da en la escuela, en el entorno, en la familia, en el tiempo libre, en el
trabajo...
Porque el reto de la pedagogía es seguir
evolucionando para que pedagogos/gas y psicopedagogos/gas sean profesionales
innovadores, creativos, reflexivos, comprometidos y competentes para dar respuesta
a las demandas de la ciudadanía. Este año, cerca de 300 pedagogas y pedagogos
se han graduado en las universidades catalanas.
Porque estamos convencidos de la necesidad social de la profesión y así lo pregonamos a los cuatro vientos todas y todos los que
estamos trabajando por la pedagogía y la psicopedagogía desde el COPEC: Junta de
Gobierno, Consejo Social, Comisión de Deontología, Grupos de Trabajo, Red de Expertos y Colegiados y Colegiadas. Y, también, Pedagogas y Pedagogos,
Psicopedagogas y Psicopedagogos y estudiantes de Pedagogía catalanes y del resto del Estado.
Porque el Col·legi de Pedagogs, con su presencia en internet, ya es visto en los 5 continentes, y en Catalunya seguimos creciendo con sedes en Tarragona y Girona y muy pronto en Lleida.
Por todo esto y más, podemos decir con firmeza que la PEDAGOGÍA goza de MUY BUENA SALUD. Un buen ejemplo lo tenemos en las manos.