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LA INFANCIA EN LA NAVIDAD
Marta Pagès Rams[ii]
Colegiada núm. 964
Girona, Diciembre 2015
La Navidad es un momento para ser más generoso trabajando este valor con nuestros pequeños y el mejor regalo que podemos ofrecerles es el tiempo y el amor. Si convirtiésemos los excesos de regalos en exceso de amor seguro que la reacción de nuestros hijos nos sorprendería.
Las fiestas navideñas son un momento dicotómico. Son confluentes la magia, las ilusiones, la magnifica inocencia
de nuestros hijos con el estrés, los excesos y los desmesurados gastos.
La Navidad puede ser un momento para ser más generoso que nunca y trabajar este valor con los más pequeños. Un valor que únicamente se puede transmitir desde el ejemplo y desde una necesidad: COMPARTIR.
Tendemos a pensar que en Navidad solamente podemos aportar regalos materiales en fechas señaladas, pero estas fiestas nos pueden aportar muchas experiencias que otras épocas del año no nos brindan. La primera experiencia puede enseñar de bien cerca a compartir a nuestros hijos, nunca desde la obligación, si no más como un aprendizaje que se aprende observando a los otros. Para hacerlo primero debemos enseñar a nuestros niños/as a situar sus emociones, y lo que es más importante, aprender a empatizar con los otros, identificando qué sienten y poniendo palabras a estas emociones para que cuando sean más grandes sepan identificarlas por ellos mismos y entender que las otras personas también las sienten. No es una tarea sencilla pero más que trascendental y que solamente podemos enseñarla desde el afecto y la atención.
Los adultos, a menudo, pensamos que a los niños les cuesta compartir. Tal vez la pregunta que nos deberíamos hacer es saber ¿por qué les puede costar?. Las etapas evolutivas, el desarrollo de la empatía, o no haberlo hecho nunca, pueden ser respuestas a este interrogante. La primera cosa que podemos compartir con ellos es el tiempo. Tiempo para poner el árbol, montar el pesebre, hacer el farolillo, la carta de los reyes, etc.
Hacer la carta a los reyes es todo un reto y aquí reside el primer aprendizaje para nuestros niños/as. ¿Por qué la carta tiene que ser sólo para uno mismo? Podemos pedir cosas para los otros, pedir cosas para hacer juntos, priorizar qué juguetes deseamos más. Es necesario trabajar con los niños/as el espíritu crítico, saber lo que necesitan y para qué lo necesitan, que lo argumenten y que puedan anhelar las cosas. La única forma de dar valor a las cosas que queremos es deseándolas y sabiendo por qué lo hacemos.
La gran duda que surge por estas fechas a todos los padres, es cuál es el mejor regalo para nuestros hijos, a parte de lo que ellos propiamente pidan y aquí la respuesta es clara: el mejor regalo que pueden tener de las personas que más quieren es el tiempo y el amor. Si convirtiésemos los excesos en regalos de amor seguro que la reacción de nuestros hijos nos sorprendería. Para un niño/a querer a las personas y a las cosas que tenemos es el mejor aprendizaje que le podemos ofrecer para su vida.
I la prueba para saber que esta recomendación funciona, es pensando en nuestra infancia. Seguro que ninguno de nosotros recordamos todos los juguetes que nos regalaron cada año los reyes o el tió. Posiblemente recordemos un juguete concreto que nos ilusionó y con el que compartimos muchísimas tardes de domingo pero es casi imposible recordar todos los juguetes que nos han regalado a lo largo de los años. En cambio, sí recordamos y sin demasiados esfuerzos los rituales que hacían nuestra Navidad más bonita: cantar villancicos, recitar el verso de Navidad, montar el pesebre, ir con los padres, abuelos, tíos o primos a ver "els pastorets", etc. Recordamos todo aquello que hemos hecho con alguien que nos importaba y todas aquellas cosas que con amor y atenciones las convertimos en rituales de continuidad.
Etimológicamente la palabra RECORDAR proviene del latín RE (de nuevo) -CORDIS (corazón) y significa volver a pasar por el corazón. Por el corazón solamente pueden pasar los instantes y vivencias y éstas son las que cada vez que pasan nos emocionan como si fuese la primera vez que las sentimos.
[i] Ponencia: "LA INFÀNCIA EN LA NAVIDAD: EL JUEGO LA ATENCIÓN Y EL AMOR ” Centro Cultural de Can Gruat de VilaBlareix, a cargo de Marta Pagès
Fecha de publicación: 22/12/2015