INICIO > El COPEC > Vocalías profesionales > Vocalía Pedagogía Social
MANIFIESTO DE CONDENA A LA VIOLENCIA DE GÉNERO
El Col·legi de Pedagogs de Catalunya (COPEC), vocal de Comissió Nacional per a una Intervenció Coordinada contra la Violència Masclista (CNVM) se suma al Manifiesto Institucional que, con motivo del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres, ha elaborado el Institut Català de les Dones y comparte la condena de la lacra de la violencia de género.
Asimismo, el COPEC entiende que el mejor instrumento para la lucha contra todo tipo de violencia es la pedagogía de la prevención. Es por eso que insta a las administraciones competentes para que promuevan acciones educativas hacia la erradicación de la violencia en cualquier ámbito y en cualquier edad o condición.
Junta de Gobierno25 de Noviembre de 2015
Elaborado por el Institut Català de les Dones a propuesta del Gobierno de la Generalitat de Catalunya, y consensuado con las Diputaciones de Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona, la Associació Catalana de Municipis y la Federació Catalana de Municipis.
Hoy 25 de Noviembre, las administraciones públicas y la sociedad civil volvemos a encontrarnos para manifestar, una vez más, el rechazo a la violencia machista y denunciar las causas que la originan con la firme voluntad de no detenernos hasta erradicarla.
En el compromiso de erradicar la violencia machista todas las instituciones públicas, muy especialmente los Ayuntamientos Catalanes, de la mano de las entidades de mujeres y del movimiento feminista, nos hemos unido para dotar a Catalunya de un marco legal, para construir una red de recursos de atención y recuperación para las mujeres y para sus hijos e hijas y para diseñar protocolos de actuación que cuentan con la participación de personas profesionales de ámbitos diversos. Por su parte, la sociedad catalana aumenta día a día su sensibilidad e implicación delante de las diferentes manifestaciones de la violencia machista.
No obstante, la violencia contra las mujeres es una realidad persistente y cruenta tal y como demuestran las cifras de mujeres asesinadas y las denuncias por violencia machista y, en concreto, por agresión sexual. La amenaza de ser violentadas es permanente y se acentúa entre las mujeres más jóvenes, hecho que pone de manifiesto la necesidad de abordar ampliamente las causas y las consecuencias, los porqués y las complicidades a nivel individual y social.
En este sentido, es del todo imprescindible denunciar la complicidad social y cultural de los mensajes que fomentan el sexismo, de las imágenes que tratan el cuerpo de las mujeres como objetos sexuales, de las narrativas que enmascaran las agresiones sexuales contra las mujeres y las hacen responsables de la agresión vivida, de las actitudes que promueven estereotipos de género y roles patriarcales y de la banalización del machismo.
Las instituciones y las organizaciones de la sociedad civil tenemos que ser un reflejo fiel de la alternativa que representamos y del compromiso que defendemos por la erradicación de la violencia machista. Nuestra responsabilidad individual y colectiva pasa por aceptar que no hay cambio social que no empiece por nosotros mismos y por entender que la violencia contra las mujeres es consecuencia de un sistema social que lleva inscrito en su ADN el machismo como orden simbólico para significar e interpretar la realidad.
Tal y como recoge la ley catalana, del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista, el machismo es el concepto que define las conductas de dominio, control y abuso de poder de los hombres sobre las mujeres y que ha impuesto un modelo de masculinidad que aún es valorado por una parte de la sociedad como superior. La violencia machista es la expresión más grave y devastadora de esta cultura que destruye vidas e impide el desarrollo de los derechos, la igualdad de oportunidades y las libertades de las mujeres.
Consecuentemente, la violencia machista solo se puede erradicar si desautorizamos la estructura ideológica patriarcal que legitima la desigualdad y la subordinación de las mujeres y organiza la vida a partir de un principio de jerarquía que sitúa a las mujeres como ciudadanas de segunda categoría.
Por tanto, es prioritario situar la prevención de esta violencia como una política estratégica, más aún en este contexto de construcción de nuevas estructuras y de idear un nuevo horizonte de posibilidades. Catalunya necesita un Plan de Prevención a nivel nacional que reconozca la urgencia de establecer prácticas de deconstrucción del paradigma patriarcal y de los discursos machistas. Es por esto que las instituciones públicas, conjuntamente con la sociedad civil, tenemos que encontrar las herramientas para desplegar la Ley de Igualdad efectiva de mujeres y hombres, aprobada el pasado mes de julio, porque es con el trabajo de construir una sociedad democrática moderna que erradique el sistema patriarcal y androcéntrico que conseguiremos hacer frente a la violencia machista.
Este es el compromiso que hoy queremos manifestar públicamente las instituciones catalanas, con la voluntad de sumar esfuerzos y crear sinergias de trabajo cooperativo que nos permitan construir conjuntamente dinámicas innovadoras para erradicar definitivamente la violencia machista que presenta una grave vulneración de los derechos humanos y atenta contra la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.
Fecha de publicación: 25/11/2015