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DIEZ PUNTOS DE CONVERGENCIA ENTRE PEDAGOGÍA Y MERCADO LABORAL
DIEZ PUNTOS DE CONVERGENCIA ENTRE EL GRADO EN PEDAGOGÍA Y LA DEMANDA DEL MERCADO LABORAL [1]
SANTIAGO GARCÍA-FAURE ENEBRAL
Pedagogo, profesor de la Universidad Alfonso X el Sabio
Madrid, octubre 2015
De un modo general podemos decir que las competencias adquiridas durante la formación inicial del pedagogo/a le preparan para el perfil profesional que luego se demandará de él en el mercado laboral.
Durante el grado en Pedagogía aprendemos los procesos del aprendizaje, del desarrollo psicológico y de las bases socioculturales del desarrollo humano. Conocemos los ejes principales de la intervención educativa, así como los referentes de nuestro sistema educativo y las diferencias respecto de los de otros países. Además, aprendemos a diseñar planes, programas, proyectos y recursos adaptados a los diferentes niveles educativos, tanto en forma presencial como virtual.
Más allá de lo puramente educativo, en un plano más social y laboral, aprendemos a manejar las herramientas para identificar y resolver problemas sociales, conocemos las características y funcionalidades de las organizaciones sociales y aprendemos a aplicar las técnicas de tutorización, asesoramiento y orientación en diferentes procesos formativos, profesionales, familiares, etc.
Transversalmente a todo esto, un estudiante de Pedagogía aprende a dominar las estrategias de comunicación interpersonal en los diferentes contextos (educativos y formativos), a analizar crítica y reflexivamente las cuestiones más relevantes de la sociedad actual, a valorar la importancia del liderazgo, el espíritu emprendedor, la creatividad y la innovación en el desarrollo profesional, a valorar la importancia del trabajo en equipo, a dominar el uso de las TIC y de las estrategias de la comunicación oral y escrita, a adquirir la capacidad del trabajo independiente y el aprendizaje autónomo, a aplicar el uso oral y escrito de una lengua extranjera a la titulación y, como no puede faltar en ninguna titulación, a adquirir un sentido ético de la profesión.
Considero que la conexión entre estas competencias académicas y las demandas actuales del mercado laboral se encuentra en estos diez puntos de convergencia:
- La dirección, organización y gestión de instituciones educativas.
- La orientación escolar y la atención a las necesidades educativas especiales, pedagogía terapéutica, etc.
- La Pedagogía Infantil (no me refiero a las escuelas infantiles sino al binomio infancia y bienestar).
- La especialización didáctica escolar y no escolar (editoriales, diseño y evaluación de recursos y medios). Innovación.
- Las tecnologías y medios de comunicación (TIC, radio y televisión, prensa escrita, etc.)
- El desarrollo comunitario, la dinamización y animación sociocultural. Cultura y educación no formal (extraescolares, ludotecas, museos, etc.)
- La educación permanente y de adultos.
- La educación especializada, prevención, orientación y atención social. Pedagogía institucional (hospitales, centros de menores, prisiones).
- La educación para la salud.
- La formación en las organizaciones. La orientación e inserción profesional y laboral. Recursos Humanos.
Por otra parte, no hay que perder de vista dos aspectos que siempre deben estar abiertos a la mejora y al perfeccionamiento en la formación inicial de la profesión de la Pedagogía: el primero hace referencia a la permanente actualización de la realidad educativa, social y laboral de nuestro entorno. Hace años no se planteaba la necesidad de hablar una segunda lengua, por supuesto el inglés, o la irrupción de las nuevas tecnologías y las nuevas metodologías didácticas innovadoras, o el llevar impregnadas culturas como la colaborativa, la cooperativa o la emprendedora. Hoy sería impensable que eso no fuera parte de la formación básica de un pedagogo/a. El diseño curricular del grado debe estar permanentemente adaptado a las nuevas realidades y demandas sociales que vayan surgiendo.
La segunda cuestión es claramente deficitaria –en la primera sí se atisba un ánimo de adaptación los nuevos tiempos– y lo ha sido siempre en el histórico de esta disciplina: la formación práctica.
Si preguntamos a los actuales estudiantes de Pedagogía y a los ya egresados nos encontraremos con que un 7 % demanda cuestiones relacionadas con los contenidos: mayor profundización en los mismos, mayor adecuación con los temarios de oposición, etc.; un 10 % pide una mayor adecuación de la titulación al mercado laboral y el 83 % restante señala la necesidad de una mayor formación práctica.
El Prácticum de Pedagogía debe complementar y enriquecer los aprendizajes y la preparación profesional de todos los estudiantes reforzando la conexión teoría-práctica y debe definir claramente los ámbitos profesionales específicos de esta titulación, tanto los consolidados como los emergentes y así mejorar las posibilidades de inserción laboral del pedagogo.
Fecha de publicación: 14/10/2015