La educación como instrumento político

Posicionamiento del Col·legi de Pedagogs de Catalunya ante la aprovación del anteproyecto de Ley orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE)

Se está volviendo una costumbre que a cada cambio de Gobierno, se haga también un cambio en la Ley de Educación. El anteproyecto de ley para la reforma educativa aprobado por el Consejo de Ministros, este viernes, será la séptima reforma educativa que se haga durante el período democrático.

Parece talmente que cada cambio político quiera hacer la educación a su medida, hay que pensar pues que se está utilizando el futuro educativo de los niños, jóvenes y adultos como instrumento político alejado cada vez más de concepciones pedagógicas, basadas en la pedagogía activa, en análisis, en reflexiones y en buscar el mejor escenario educativo posible para  proporcionar una educación de equidad y de calidad. Cada vez queda más patente la ausencia de los pedagogos y pedagogas en las reformas educativas, verdaderos expertos del hecho educativo.

Se presenta el anteproyecto con una invasión de las competencias que tiene Catalunya en materia educativa, confiamos que, como dice la Consellera Rigau, nuestro Gobierno sabrá defender esta intromisión y que en el Congreso la oposición no lo apruebe, aunque cada vez cuesta más saber quien es la oposición.

Uno de los argumentos del Ministro Wert es que son medidas para reducir el fracaso escolar dado que España es uno de los estados que sale peor parado en los informes. Éste es un argumento recurrente, sin consistencia ni ningún tipo de análisis, las reformas no se pueden basar en informes de otros países, haciendo cambios de imagen con la ingenuidad que habrá suficiente. Las reformas no se pueden copiar, se debe tener en cuenta el contexto social y cultural.

Basado en estos argumentos el anteproyecto anuncia la activación de la reválida, medida abandonada por ineficaz y por considerar que va en contra de la igualdad de oportunidades. Se vuelve a poner en marcha sin hacer préviamente ningún debate, sin reflexión, sin fundamento pedagógico, y lo que es más grave, con exámenes oficiales con criterios estándares españoles.

Hace poco se ha podido visionar el documental “La Educación Prohibida”[1], donde se habla de una educación uniformadora aislada de la realidad, y esto es lo que se pretende con un currículum estatal cerrado y, además, con unas pruebas extraordinarias sin tener en cuenta el contexto. Los catalanes volveremos a escuchar que no sabemos hablar castellano. La historia se repite.

Otro punto de la reforma es la segregación de la ESO, a partir de los 15 años, siendo la FP Inicial de dos años una de las dos vías a la que ha de decidir el chico/a, con el argumento que ayudará a los jóvenes en la inserción al mercado de trabajo. Esta medida lo que hará será expulsar a los adolescentes del sistema educativo antes, pero no aportará ninguna mejora, puesto que la FP Inicial hasta ahora no ha resultado efectiva porqué no se le ha dotado, con suficiencia, de recursos específicos y profesionales expertos, ni de una ratio baja profesor/alumno, ni de más tutores, ni de más apoyo pedagógico, etc.

En cuanto a la Formación Profesional siempre se la ha considerado de poca relevancia, al lugar donde van los que no quieren estudiar... nada más lejos de la realidad, los y las profesionales han de ser competentes y por tanto, deben estudiar, por ello la FORMACIÓN PROFESIONAL, empezando por la inicial, necesita una reforma seria, una reforma pedagógica, fundamentada en las competencias que debe alcanzar el/la joven. Se tiene que hacer una reforma en profundidad contando con los pedagogos y las pedagogas.

Otro cambio es la eliminación de ”Educación por la Ciudadanía” con una permanente ingerencia en contenidos que nos imponen desde fuera y que intentan adoctrinarnos en una Constitución que huele a rancio, caducada y sólo flexible dependiendo de quien lo necesite para mantener el estado de las cosas.

Si realmente se quiere aumentar la calidad educativa se debe comenzar por no hacer reformas cada vez que hay cambio de gobierno, se ha de dotar a los centros de más recursos y que entre los existentes se fomente la coordinación y el trabajo en red de los equipos interprofesionales. Se debe apostar por la formación de los docentes, pero no solo la estándard, sino una formación especializada y adecuada a las necesidades y diversidad educativas. Se ha de dotar la Comunidad Educativa de reconocimiento social, de apoyo pedagógico...

Es necesaria más autonomía en el diseño, implementación y evaluación curricular, no un currículum cada vez más cerrado, más centralista, sin margen para contextualizar contenidos, sin poder hacer adaptaciones curriculares para atender la diversidad del alumnado, sin tener capacidad para dar respuesta pedagógica a las necesidades educativas de los niños, jóvenes y adultos -tanto por déficit como por alta capacidad - en el contexto micro, que es donde día a día los maestros y el profesorado ponen en juego las estrategias pedagógicas para proporcionar espacios de aprendizaje, de descubrimiento, de crecimiento personal. Es en los Centros Educativos dondes nos jugamos el futuro.

Con todo lo que se ha expuesto anteriormente, el Col·legi de Pedagogs de Catalunya quiere dejar constancia su rechazo total por este anteproyecto de Ley de Educación y espera que el Govern de la Generalitat, así como todos los agentes sociales preocupados por el devenir del país, que tomaremos las medidas necesarias para oponernos con contundencia para que no se saque adelante.

!La educación se va mejorando a “fuego lento” nunca a golpes de Decretos!

Fecha de publicación: 23/9/2012