EL OCIO HUMANISTA

El viernes 13 de julio finalizó el curso “Recursos y metodologías pedagógicas para potenciar y gestionar el tiempo libre cotidiano e inclusivo de las personas mayores”, que tuve el placer de impartir. Un curso que no se hubiera realizado, sin el apoyo de dos instituciones que potencian y ayudan a que el derecho a la educación a lo largo de la vida, sea una realidad: Fundació Universitat de Girona y Col·legi de Pedagogs de Catalunya. 

Uno de los objetivos de este curso era que los profesionales que trabajan o quieren trabajar en la pedagogía del ocio con y para las personas mayores, reflexionaran sobre como gestionaban a través de la institución en la que trabajan, o quieren trabajar, el ocio humanista de las personas.

Desde este prisma hablar de ocio es hablar de sentido de vida, de ocupación gustosa, y voluntaria, de salud, de economía, de desarrollo personal y comunitario. Se entiende el ocio según se vive. Se ha de considerar el ocio como fenómeno social y experiencia personal (M.Cuenca, 2000) [1]. Si planificamos, diseñamos,  implementamos, evaluamos proyectos socioeducativos y culturales que contemplen las necesidades educativas de las personas atendidas, del colectivo personas mayores, éstos han de potenciar la pedagogía del ocio humanista.   

Atendidas las características de la sociedad actual basada en el concepto de modernidad líquida, como diría el sociólogo Zygmunt Bauman [2], !esto es un reto! pero a través de un equipo profesional interdisciplinario, con el apoyo de la familia biológica o de adopción (residencias, centros de día,...), dónde predominen los caminos de participación y coordinación,  todo es una realidad.

Por este motivo, en los diferentes proyectos de ocio humanista que se diseñen no se han de programar actividades de ocio para satisfacer a quien las haga en un momento determinado, sino que se debe priorizar la consecución de un aprendizaje significativo que potencie en las personas mayores su desarrollo integral, a nivel cognitivo, motriz y socioafectivo.   

Recordemos que todas aquellas actividades didácticas que programen y prioricen el trabajo de manipulación, en un entorno de ocio humanista harán posible potenciar este desarrollo integral, porqué lo que cuenta en el proceso de la acción no es un interés personal, sino el crecimiento personal en comunidad.  

Todos los profesionales que trabajamos con y para las personas mayores no tenemos que olvidar que deben ser atendidas como miembros de una familia, biológica o de adopción, no como un ente aislado de una comunidad.  

Las personas mayores han de ser agentes activos de su ocio humanista y colaborar en su comunidad para que esto sea posible, sean dependientes o no, lo único que puede variar es su grado de implicación. El colectivo de las personas mayores tiene una sabiduría de vida que han de poder transmitirla a su comunidad. Nos aportan conocimientos de vida que son nuestra historia ciudadana y nos ayudan a crecer hacia el futuro.

Otro de los retos que tenemos los pedagogos/as, psicopedagogos/as es trabajar conjuntamente con otras instituciones que programen, implementen y diseñen proyectos de ocio humanista dirigidos a las personas mayores para que estos proyetos no contemplen solo la vertiente terapéutica de las personas que quieren atender. 

Los proyectos han de tener una vertiente socioeducativa y cultural y deben cubrir necesidades educativas, para que las personas mayores a través de la realización de actividades didácticas concretas (manualidades, bailar,  explicar cuentos, cantar, hacer excursiones, celebrar cumpleaños colectivos, juegos,...) puedan conseguir un aprendizaje significativo y no una satisfacción personal concreta e inmediata que no pueden transmitir a su comunidad.  

Finalmente remarco GRACIAS, una vez más a todos los implicados en este ámbito profesional tan entusiasmador que es la pedagogía del ocio humanista. Ámbito pedagógico, de caracter transversal, no dirigido exclusivamente a niños y jóvenes, sino a toda la familia y aquí no nos tenemos que olvidar de las personas mayores, donde se ha de trabajar en red y realizar proyectos socioeducativos y culturales concretos en el tiempo y en una comunidad específica de una zona geográfica concreta.