JAUME SARRAMONA A HABLEMOS DE PEDAGOGÍA "LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL TAMBIÉN PREOCUPA A LOS EDUCADORE

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL TAMBIÉN PREOCUPA A LOS EDUCADORES (*)

 

Jaume Sarramona López (**)

Colegiado 120

Bellaterra, 24 de agosto de 2023 

Y no olvidemos que, en la educación, el ejemplo, las vivencias directas de los modelos de personas y sociedades que se quieren fomentar, son el factor más decisivo para que sean adquiridos por los educandos. La educación es básicamente socialización, es preparar para integrarse y ser activo mantenedor de la sociedad, al mismo tiempo que actor de su progreso. Los conocimientos y habilidades que son necesarios en cada etapa evolutiva han de ser adquiridos, lógicamente, con las herramientas disponibles y propias de los tiempos vividos.

Una de las características de los tiempos actuales es la aceleración de los cambios en todos los órdenes y, de manera especial, en el desarrollo tecnológico. Los que tenemos una cierta edad lo hemos podido vivir de primera mano, y no hace falta poner ejemplos que son obvios para todo el mundo. Los últimos meses, pero, ha centrado la atención el grado de desarrollo y las consiguientes aplicaciones de la denominada "inteligencia artificial" (IA), que ya afecta a todos los ámbitos de la vida, por lo tanto, también a la educación.

Recientemente he participado en un congreso internacional organizado en el Perú -en versión "on-line", como se hacen casi todos ahora- donde la preocupación de un dirigente sindicalista era por si la IA sustituyera a los maestros. Dejando de lado si la principal preocupación de un sistema educativo como el peruano ha de ser la incidencia de la IA, el caso es que nuevamente nos encontramos en una situación donde los docentes, como el resto de los profesionales de los diversos sectores laborales, han de reencontrar su papel en el momento de generalización de la aplicación de la IA. Es cuando no puedo evitar recordar la afirmación que en los años sesenta del siglo pasado hizo el difusor de las llamadas "máquinas de enseñar", cuando dijo que "si un maestro puede ser sustituido por una máquina, merece ser sustituido". Cuando se empezaron a crear las máquinas para sustituir ciertas funciones cerebrales, se inició un camino que, inevitablemente, había de conducir hacia artilugios que cada vez harían funciones más complejas. Los primeros ordenadores, no en vano denominados "computers", sustituyeron la capacidad humana de calcular numéricamente, y a partir de aquí los ordenadores han llegado a realizar muchas otras funciones mentales, de la misma forma que otras máquinas habían sustituido las manos y las piernas en las tareas de desplazamiento y manipulación de objetos.

Las máquinas son cada vez más complejas y, por tanto, se parecen cada vez más a la complejidad de nuestro cerebro. La cuestión de fondo es si seguirá siendo un cerebro humano quién controle o ya se podrán controlar, por tanto, tomar decisiones, por ellas mismas. Si no hay un cataclismo, todo parece indicar que así será. También cabe decir que mantener la última decisión en un cerebro humano no es garantía de nada, como la historia y la realidad cotidiana nos lo demuestra. Por tanto, las próximas generaciones tendrán de vivir esta situación y buscar las soluciones pertinentes. Un personaje entendido en tecnología, Bill Gates, hace pocos meses hizo unas consideraciones respecto a la aplicación de la IA en la educación, en el sentido que surgirán asistentes personales digitales que podrán llevar a cabo diversas tareas, de manera que se revolucionará la manera de aprender y de enseñar, ya que estas aplicaciones "conocerán sus intereses y estilos de aprendizaje de los alumnos, medirán su comprensión, advertirán cuando están perdiendo interés y comprenderán a que tipus de motivación responden". Por tanto, toda una ayuda para los docentes de todos los niveles, quienes deberán seguir determinando qué vale la pena aprender y, especialmente, qué tipo de valores se han de fomentar en cada lugar y momento.

Y no olvidemos que, en la educación, el ejemplo, las vivencias directas de los modelos de personas y sociedades que se quieran fomentar, son el factor más decisivo para que lleguen a ser adquiridos por los educandos. La educación es básicamente socialización, es preparar para integrarse y ser activo mantenedor de la sociedad, al mismo tiempo que actor de su progreso. Los conocimientos y habilidades que son necesarios en cada etapa evolutiva ha de ser adquiridos, lógicamente, con las herramientas disponibles y propias de los tiempos vividos. Y ojalá que estas herramientas sean eficaces en la búsqueda y adquisición de los conocimientos y las habilidades que se estimen valiosas; eso haría realmente equitativa la educación. Pero de la misma forma que no somos solamente racionalidad intelectual, sino también sentimientos y emociones -independientemente que el cerebro intervenga en ellos, lógicamente-, que son propios de nuestra especie y su situación en un contexto sociofamiliar determinado, los aprendizajes seguirán necesitando de la vinculación emocional con el modelo a seguir.

Todo esto con la posibilidad de poder decidir entre varias respuestas posibles, naturalmente, situación está que ahora no se da. ¿Peligros posibles, precauciones a tomar sobre IA? En cada momento será necesario considerarlas en función de su grado de desarrollo y ámbito de aplicación. De momento la UE ya ha intervenido prohibiendo su utilización para la identificación indiscriminada de personas. Tendremos que estar alertas, como también lo tendrían de estar frente las redes sociales, los teléfonos móviles y cualquier herramienta que nos quiera conducir hacia caminos interesados por algunos, sustituyendo nuestra capacidad de reflexión y de toma de decisiones.

Fecha de publicación: 24/8/2023