NdP: "UN CURSO QUE COMIENZA CON MUCHA INCERTIDUMBRE"

NOTA DE PRENSA 

UN CURSO QUE COMIENZA CON MUCHA INCERTIDUMBRE

En este nuevo curso la implementación de la LOMCE[1] será efectiva en mayor o menor grado en las escuelas catalanas. Desde el Col·legi de Pedagogs de Catalunya se ve con preocupación los constantes cambios de leyes educativas, de corta duración, hechas con escaso consenso y con invasión de competencias de las CCAA y vuelve a reivindicar una educación catalana, no partidista, equitativa y de calidad. En este marco de incertidumbre, desea a toda la Comunidad Educativa un buen inicio de curso.

Desde la Ley General de Educación, promulgada en 1970 hasta la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa del 2013, han pasado (o lo han intentado) por los pasillos de los Centros educativos, una serie de leyes, algunas implementadas y otras que se han quedado en el cajón. Si nos comparamos con aquellos países, a los que consideramos referentes en el ámbito de la Educación, como Finlandia - la última ley de Educación es de 1998 -y Suecia - la actual es de 2010, pero la anterior duró 25 años- observamos que la vigencia y duración de las leyes de Educación que se promulgan desde el gobierno del Estado español, es escasa.

Solo es necesario echar un vistazo entre estas dos leyes mencionadas: LGE[2] (1970) y LOMCE (2013) y enumerar una sucesión de leyes: la LOECE[3] de 1980 (acabó en un intento), la LODE[4] de 1985, la LOGSE[5] en 1990, que ampliaría la escolarización hasta los 16 años y transferiría competencias educativas a las CCAA dejando a los gobiernos autonómicos parte de los contenidos académicos, la LOPEG[6] de 1995, la LOCE[7] del 2002 y la LOE[8] de 2006.

Pero.,... ¿qué impulsa a los políticos cuando llegan a gobernar a hacer una nueva ley de Educación...? ¿Qué quieren y a quien buscan los nuevos ministros para confeccionarla...? Lo que está claro es que después de tantos intentos en tan poco tiempo, parece que no aciertan y no se llega a un consenso de aceptación entre los que deben llevar a cabo el despliegue de las leyes, los verdaderos actores: la Comunidad Educativa, y sobretodo los que están directamente implicados con la escuela como son maestros y profesores y, por supuesto con los que tienen autoridad para hablar de educación como son los pedagogos/gas. 

A esta retahíla de leyes de educación del Estado se debe sumar las revisiones que tiene que hacer el gobierno de la Generalitat a la LEC[9], una ley hecha con más consenso que la del Estado, pero que debe ir haciendo decretos y órdenes de urgencia -sin debate- para adaptarla a las prescripciones que emanan de las leyes que va generando el Estado. Todo junto provoca que maestros y profesores estén cansados de cambios y de políticas que desgastan, curso tras curso. 

Focalizando la atención en la última ley -o nuevo intento- a partir de este curso entra en vigor en su totalidad en Primaria, y en Secundaria y Bachillerato, en los cursos impares. Una ley que desde su anteproyecto del 2012, ha sido -y es- cuestionada ampliamente por la Comunidad Educativa por todo el Estado, por su involución a antiguos sistemas educativos, su filosofía recentralizadora con invasión de competencias autonómicas, la inclusión de la Religión como materia de oferta obligatoria, la imposición de reválidas al acabar una etapa, la posible diferenciación sexista en la escuela, la aparición de la Formación Profesional Básica o la diferenciación de vías en 4º de la ESO...por resumir algunos de los puntos calientes de la LOMCE. Además de los cambios a nivel curricular, desde los primeros borradores de la ley, sobre la calificación de materias troncales y específicas tanto en Primaria como en Secundaria y la de materias como Lengua y Literatura Catalana en calidad de materia de Especialidad. Cambios sustanciales y significativos que, estos últimos cursos, han hecho levantar la voz constantemente tanto a la Administración Autonómica, sindicatos, profesores, pedagogos, padres y alumnos...

El contexto político de este 2015 y el cambio del titular del Ministerio de Educación flexibilizó el diálogo en la Conferencia Sectorial de Educación, del pasado día 13 de agosto, con los Consejeros Autonómicos de Educación para discutir aspectos de la ley. La primera de las cuestiones fue retrasar la aprobación del decreto de evaluaciones (o reválidas) previstas al final de Primaria, la ESO y Bachillerato, la aprobación de las cuales depende la continuidad a los estudios posteriores. La segunda cuestión fue la posición generalizada por parte de los Consejeros sobre la implantación de la Formación Profesional Básica que expulsan prematuramente a los alumnos del sistema educativo. Por lo que respecta al conflicto con la escolarización en castellano en Catalunya, la Consellera Rigau y el Ministro Méndez de Vigo se han emplazado para tratarlo bilateralmente, pese a ello sigue vigente.

¿Por qué no consensuar desde el principio, entre todos los agentes educativos implicados, una ley de Educación que dure hasta que las condiciones sociales hagan necesario un nuevo cambio? Es una pregunta que parece no tener respuesta. Se ha perdido mucho tiempo, casi tres años con la LOMCE impuesta pese a la oposición de la Comunidad Educativa. Ahora estamos a las puertas de elecciones en Catalunya y en el Estado español, ambas trascendentes que tendrán impacto sobre la educación en Catalunya. 

Desde el Col·legi de Pedagogs de Catalunya volvemos a reivindicar una educación catalana, equitativa y de calidad y que se incorpore al debate y análisis de las políticas educativas a pedagogos y pedagogas, miembros de la Comunidad Educativa, expertos por competencia y conocimiento del hecho educativo.

Y, en este marco de incertidumbres, deseamos a toda la Comunidad Educativa un buen inicio de curso.

VOCALÍA DE EDUCACIÓN[i]

COL·LEGI DE PEDAGOGS DE CATALUNYA
Barcelona, 14 de Septiembre 2015

Fecha de publicación: 14/9/2015